El debate en torno al presente y futuro del solar de los antiguos cines Astoria y Victoria está más vivo que nunca. El número de voces que cuestiona abiertamente la decisión del alcalde, Francisco de la Torre, de volver a ocupar esta estratégica parcela crece en las últimas semanas. Y ello coincidiendo de manera exacta con el avance y conclusión de las excavaciones arqueológicas impulsadas por la Gerencia de Urbanismo para, justamente, sentar las bases de un inmueble de nueva planta, el bautizado como Zoco Cultural. 

Este es el modelo puesto sobre la mesa para abrir la espita a la transformación de un espacio sobre el que hasta hace apenas un año se levantaba una manzana en estado casi ruinoso. Una de las particularidades del diseño de, entre otros, Alberto García Marín, promovido por una firma cordobesa, es la pretensión de ejecutar bajo tierra un auditorio de dos plantas, que alcanzaría la cota -10 metros.

Y éste es uno de los puntos que en las jornadas precedentes se ha convertido en objeto de crítica. Incluso por parte de quien es socio de De la Torre en el equipo de gobierno local, Ciudadanos. Muchos se preguntan las razones por las que las catas que ya se dan por finalizadas sólo alcanzaron los -5,5 metros en lugar de profundizar hasta la raíz misma de la futura construcción. E incluso hay quienes siembran la duda sobre el comportamiento municipal en este asunto.

Para encontrar algunas respuesta a los interrogantes surgidos estos días qué mejor que conocer las pretensiones ciertas de Urbanismo a la hora de afrontar la actuación en el Astoria y que motivó la resolución favorable por parte de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. Málaga Hoy ha tenido acceso al documento del ente autonómico en el que se autorizaba la actividad arqueológica preventiva.

Diseño de Zoco Cultural, el proyecto previsto para construir en el solar del Astoria.

Uno de los detalles a tomar en consideración es que, según el informe, la Gerencia de Urbanismo solicitó la mencionada autorización para, posteriormente, impulsar "una nueva construcción que, en principio, cuenta con dos plantas de sótano". No se ofrecen más detalles al respecto, sin indicar si tales niveles soterrados iban a destinados a aparcamiento o a otro uso. De hecho, tampoco se indica la cota subterránea de estas plantas.

En la información contenida en el documento, firmado por la anterior delegada de Cultura, Monsalud Bautista, se destaca que dado que parte de los terrenos ya fueron objeto de una investigación mediante sondeos en 2006, el objetivo de la actividad arqueológica permitida "es resolver las incógnitas que sobre la secuencia de ocupación detectada quedaron pendientes con la intervención parcial realizada".

"Para ello se plantea una excavación extensiva de la superficie afectada por la obra, ajustando sus dimensiones en función de las distancias de seguridad requeridas según las cotas de profundidad que se vayan alcanzando. Así, en principio, se excavaría una superficie de 2.436 metros cuadrados, que se reducirían a 1.942 metros cuadrados y, finalmente, a 866 metros cuadrados", se precisa.

La resolución de la que fuera delegada de Cultura tiene fecha de 23 de enero de 2019, dando de este modo vía libre a las solicitud que el Ayuntamiento había realizado el 14 de agosto de 2018. El permiso para las excavaciones se realizó en el marco del proyecto de demolición de los antiguos cines y todo ello con la apuesta municipal clara de ir adelante con una nueva construcción.

Restos de enterramientos romanos en la parcela del Astoria.

Hay que esperar a conocer la memoria del proyecto de intervención arqueológica, elaborado por la firma Arqueosur, que sirvió de base para la licitación de las catas, para conocer más detalles de la operación. En la memoria, se señala que las dos administraciones implicadas tenían conocimiento "sobre la intención de edificación en la parcela resultante" y que el proyecto, "aunque sin definir en su totalidad, tiene como objetivo primordial la realización de dos plantas sótanos, uno de ellos como espacio cultural". 

Pero tampoco se detalla la cota. En la documentación técnica, se plantean tres fases de la excavación, la tercera de ellas correspondientes a los niveles medievales y romanos, apuntándose, ahora sí, la cota de los -5,5 metros finalmente alcanzados.

En el apartado de objetivos de la actuación, se incide en las "nuevas incógnitas" y "amplias expectativas" dejadas tras de sí por los "antecedentes históricos" en la parcela y el sector de referencia. Y para ello se busca "corroborar o refutar el vacío estructural en la fase romana, de manera que podamos dilucidar la situación de este espacio respecto a los límites de la ciudad romana". Un primer propósito que tiene respuesta en la aparición de restos de instalaciones de aceite y vino en la parte norte del solar, así como de enterramientos en la franja sur. En ambos casos de los siglos I y II después de Cristo.

También se incidía en la oportunidad de acercarse a los orígenes y tipo de urbanismo para el arrabal de Fontanalla y la influencia sobre el mismo del paleocauce luego denominado arroyo del Calvario. De acuerdo con lo conocido, han aparecido restos del arrabal, aunque en no muy buen estado de conservación.

Queda por ver si conocido el resultado de los trabajos ya realizados, la Delegación de Cultura, tras recibir el informe de la dirección arqueológica, considera necesario retomar los sondeos y profundizar más en el terreno, al objeto de determinar si bajo lo ya aparecido hay otros restos. La decisión, en las próximas semanas.