El cristal templado que da acceso al interior, fracturado a pedradas. El suelo de tarima flotante, quemado con petardos, y el mobiliario dañado. Ese fue el balance de la noche de Halloween para el restaurante Noa, en el núcleo de población de San Pedro Alcántara, en Marbella. Los responsables del local, que estaba cerrado por reformas con la previsión de abrir sus puertas el próximo 3 de diciembre, cifran en unos 12.000 euros los daños que protagonizaron un grupo de menores de entre 12 y 16 años, según ha explicado a este periódico la dueña, Ana Hernández.

Eran las 9 de la noche cuando varios vecinos se percataron de los destrozos que estaban causando unos adolescentes. Fueron ellos los que llamaron a la Policía, que acudió hasta el negocio. Al día siguiente, los propietarios asistieron atónitos a la escena. "Encontramos palos con clavos, que no sabemos de dónde los sacaron, y piedras. Estaba todo reventado; no se ha salvado ni un cristal. Habíamos puesto nuevo el suelo la semana pasada y ahora han levantado una parte quemándolo con petardos fortísimos", ha detallado Hernández.

"Fueron a hacer daño"

Los presuntos autores de los daños forzaron la puerta del almacén y otra de cristal, que rompieron a pedradas, pero no tuvieron posibilidad de acceder al interior del restaurante. "Los vecinos y la Policía los echó. Fueron a hacer daño, actuaron por maldad. Ha sido un desastre. Al menos no echamos nada de dentro en falta", subraya la responsable.

El restaurante ha pedido un presupuesto para proceder a los arreglos. La reposición del cristal templado supondrá la mayor inversión. "Estamos intentando montar un restaurante y dar un servicio a San Pedro Alcántara y nos fastidian así", se lamenta los dueños, que se han hecho con la concesión del local, "abandonado desde hacía dos años".

Los menores que, supuestamente, provocaron los destrozos son, según el testimonio de vecinos de la zona, los mismos que la misma noche de Halloween "rompieron vehículos" en el núcleo de población. Los dueños han difundido un mensaje a través de las redes sociales como agradecimiento a aquellos que avisaron a la Policía la noche de autos. "Queremos un San Pedro elegante, seguro y cívico, ya que nos ha costado mucho conseguirlo con los años", han escrito los propietarios.

Será en diciembre cuando inauguren el negocio que, en palabras de Ana Hernández, "se mantendrá como gastrobar, pero fusionando la comida con la bebida, a precios normales". Ofrecerá cócteles de autor y, además música en directo todos los fines de semana.