El reto de 'acristalar' EEUU

Acristalia, empresa malagueña especializada en el diseño y fabricación de cerramientos y techos de cristal, cierra el año con objetivos cumplidos y nuevas metas marcadas para este 2016. Para sus fundadores, Juan Carlos Moreno, Antonio García y Ricardo García, no ha sido un camino fácil desde que la firma, afincada en Mijas Costa, echara a andar hace ocho años, poco antes de que la crisis empezara a asomar las orejas. Desde entonces han pasado de ser solo tres a más de 70 trabajadores en la actualidad, venden sus productos a casi una veintena de países y cuentan con una filial en Brasil.

"Sabíamos que había un nicho de mercado importante y decidimos sacar este tipo de producto, hasta el momento considerado elitista, a un precio al que pudiera llegar todo el mundo", explica Juan Carlos Moreno, uno de los socios fundadores del negocio, que recuerda como en 2007 se embarcó en este proyecto con la idea de renovar el producto existente en ese momento que ha llegado a convertirse en referente nacional. "Todo lo que había en España venía de exportación y era bastante caro", señala.

Las circunstancias del mercado hicieron que profesionales del sector de la carpintería y el aluminio centraran sus miradas en este nuevo producto hasta que en 2014 la empresa decidiera dar un nuevo salto en su crecimiento. Empezaron patentando un sistema de cortina de cristal -las que se colocan como cerramientos en terrazas o habitaciones- que pronto fue renovado por las exigencias del mercado y hoy no solo crean y proporcionan el kit completo listo para instalar sino que realizan el servicio completo, de la A hasta la Z. "Lo fabricamos, lo instalamos y lo hacemos absolutamente todo", comenta Moreno. "Esto nos ha permitido también abrir una línea de negocio de distribución de vidrio a cristaleros de toda Andalucía principalmente", añade.

Otro paso importante ha sido el desarrollo del techo móvil o deslizante, un cerramiento horizontal de cristal que fue presentado por primera vez en la feria internacional de Estambul en el año 2012 y que desde entonces "está pegando fuerte porque ahora mismo no tiene competencia en el mercado", agrega este empresario, que asegura que funciona muy bien sobre todo en el campo de la hostelería.

"Para nosotros es una satisfacción cerrar el año así. Ha sido un año duro tras conseguir los objetivos planteados el año pasado pero hemos podido llegar a la meta", manifiesta Moreno, tras experimentar un crecimiento de la empresa de en torno a un 25% con respecto al año anterior. Tanto es así que atrás quedaron los 70 metros cuadrados de la oficina en la que comenzaron Juan Carlos, Antonio y Ricardo en Mijas Costa, y una fábrica de 700 metros cuadrados en Benamejí (Córdoba). A día de hoy, la oficina central cuenta con unas instalaciones de 1.200 metros cuadrados y, la fábrica, actualmente de unos 5.000 metros cuadrados de fábrica, espera duplicar su espacio este año, ampliando así la línea de producción de vidrio.

Su principal mercado es el nacional, por eso tras la creación este año de una filial en Madrid en los próximos meses esperan abrir dos nuevas oficinas en otras provincias españolas. Pero la exportación también juega un papel importante en su negocio, hasta el punto de que el comercio exterior les reporta en torno al 20% de su facturación. Su recorrido y presencia por diferentes ferias internacionales en los últimos años ha sido crucial y hoy día están presentes en cerca de una veintena de países, tienen una filial en Brasil desde hace años y estudian la posibilidad de abrirse a otros mercados. Su reto ahora se centra en Estados Unidos. "Hasta ahora no nos habíamos atrevido por el tamaño y las características del mercado, pero ahora nos sentimos preparados y con fuerzas para poder intentarlo. Ese es uno de los mayores retos que nos podemos plantear para este nuevo año", concluye.