La reunión clave para el futuro del Metro al Civil se celebrará el día 18
El consejero de Fomento y el alcalde se verán las caras para desbloquear el proyecto o para enterrarlo definitivamente
En apenas una semana, el futuro del Metro al Civil estará decidido. El próximo viernes 18 de noviembre, según confirmaron fuentes de la Consejería de Fomento, será cuando el consejero del ramo, Felipe López, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se verán finalmente las caras para desbloquear o enterrar definitivamente la apuesta autonómica por prolongar el ferrocarril urbano procedente de Carretera de Cádiz hacia la zona norte de la ciudad. De no variar la posición mostrada hasta la fecha por el regidor del PP, que incluso llevó meses atrás el proyecto a los tribunales, alegando, entre otras razones, que la propuesta va en contra del planeamiento urbanístico, el futuro de este tramo se pinta de negro.
La cita ya confirmada, cuya fecha ya fue puesta sobre el tablero la semana pasada por De la Torre, tiene lugar con varias semanas de retraso, toda vez que el encuentro de la comisión de seguimiento del Metro estaba contemplada con anterioridad en el calendario. Los problemas de agenda de unos y otros han forzado el retraso de un cónclave decisivo. De hecho, tal y como ha venido señalando López en las últimas fechas, en las que ha endurecido su discurso y sus exigencias hacia el mandatario municipal, la reunión debe servir para dibujar qué va a pasar con el último de los tramos del Metro por definir.
Mientras la obra es una realidad desde hace meses en el entorno del lateral norte de la Alameda, dentro del tajo Guadalmedina-Atarazanas, y acaba de ser desbloqueada la licitación del tramo previo, Renfe-Guadalmedina, la incertidumbre sigue marcando lo que ocurrirá con la apuesta por llevar el tranvía por Eugenio Gross y Blas de Lezo hasta la trasera del Civil. Su ejecución, según los datos oficiales manejados por la Agencia de Obra Pública de Andalucía, permitiría sumar del orden de 3 millones de viajeros a la red. El coste estimado para su construcción se sitúa por encima de los 41 millones de euros.
Los responsables autonómicos apelan a que desde la Casona del Parque se actúe con responsabilidad, cumpliendo el protocolo que el propio De la Torre firmó en noviembre de 2013. El acuerdo sirvió de base para modificar el trazado del ferrocarril urbano, acortando hasta la Alameda Principal el recorrido que en origen iba a La Malagueta y sustituyendo la parte afectada por el recorrido a ras de calle hasta el Civil.
A pesar de la rúbrica, el alcalde viene desdiciéndose de lo marcado en el documento desde poco tiempo después de que viese la luz. La última demostración, a principios del pasado mes de octubre, cuando en un encuentro con vecinos de la zona de Bailén-Miraflores, disconformes con el proyecto tranviario, volvió a ratificar su negativa a que se ejecute la obra sin el aval vecinal e incluso puso en duda la legalidad de la concesión del Metro al incorporar este tramo en superficie.
Contra la oposición municipal, Fomento se agarra a la validez de lo firmado y a la necesidad de tomar en consideración el efecto positivo que este recorrido tendría sobre la globalidad de la ciudad y no sólo la opinión de los vecinos más próximos al trazado. Al tiempo, a modo de advertencia, el consejero viene tiempo advirtiendo al regidor que de no permitir el avance del Metro en esta zona tendrá que asumir las responsabilidades patrimoniales que se derivarían de incumplir lo pactado con los socios privados y con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Según los cálculos del consejero, ello se traduciría en "tres o cuatro millones de euros".
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