En esta dinámica de no parar, después de los Reyes, una vez desenvueltos los regalos, terminado con los últimos rescoldos del roscón –si es que aún no queda algo sobre la encimera– y antes de empezar, esta vez sí, con los propósitos del año; llegan las rebajas. 

Es cierto que muchas empresas venían adelantándose –pocas son aún firmes en lo de mantener todos sus precios completos hasta el 7 de enero– y que la rueda de descuentos que se inicia en el Black Friday hacía que, junto a la inflación y la cuesta de enero, se viesen estas rebajas con cierta incertidumbre. Pero, aunque sea el primer día de descuentos, ha marcado el lleno en los establecimientos malagueños. 

Tanto en las grandes superficies comerciales como en las tiendas a pie de calle, no se diga en calle Larios, los establecimientos han notado un bullicio importante de gente, incluso con colas a la espera de que se abrieran las puertas. No ha sido un impedimento que los descuentos lleguen la tarde antes al online o que las rebajas vengan estirándose como un chicle. Al malagueño, parece, le gusta ver la ganga. 

Una pareja observa un artículo en el interior de una tienda con descuentos.

"Hoy la mayoría de cosas valen la mitad que hace dos días, hay que aprovechar", asegura Sergio, que está acompañado de su mujer y sus dos hijos adolescentes, "la ropa, por ejemplo, nunca la compramos antes de Reyes, sólo unas horas de diferencia y podemos comprar más e, incluso, almorzar por lo que hubiéramos gastado", afirma mientras carga varias bolsas de distintas firmas. 

Los malagueños, según la Asociación Española de Consumidores (Asescón), seremos los segundos andaluces más gastones en estas rebajas que empiezan este domingo, con 187 euros de media por persona. Por delante solo los sevillanos, que dispensarán cinco euros más por cabeza. 

De la misma encuesta extraían pocas esperanzas de los consumidores en estas fechas respecto a los precios, el 88% de los preguntados mantenían que las rebajas "no van a aportar ningún descuento adicional". Pese a ello, el 80% afirmaba que compraría algo durante este periodo. 

Los que van el primer día, más si se trata de un domingo, no suelen ser descreídos, sino más bien fieles de la tradición del descuento tras el roscón. "Vengo todos los años con cosas ya miradas, a ver qué hay con buenas rebajas", dice Ana, una joven que sujeta dos bolsas frente a una concurrida tienda de ropa que afirma haber madrugado –"como cada año"– para estar antes de que abran en su establecimiento favorito. 

Pese a que el día antes la mayoría de webs ya tienen la posibilidad de comprar con un precio reducido, Ana sigue optando por el físico, "me gusta venir, vérmelo y probar, no es lo mismo, durante el año, sí pido cosas, pero hoy [por el domingo, que empiezan en físico] prefiero venir, es la costumbre". 

Sin embargo, no todos buscan comprar esos regalos tardíos, buscar la última ganga o hacerse con esa chaqueta que necesitas a un precio mucho más accesible al bolsillo. También hay otros tantos que pusieron buena cara al desenvolver su regalo rezando porque estuviera el ticket con el que poder cambiarlo en cuanto sonase la campana. Asescón afirma que en torno al 50% de los regalos son devueltos. 

Algunos de ellos suelen dejarse notar porque van con los paquetes de envolver asomando de la bolsa con la misma firma que reza sobre la puerta de la tienda. Dani y su novia Arantxa es uno de estos casos, "algunos tenemos que cambiar la talla, de otros porque tengo cosas parecidas... y alguno que no nos ha gustado", se van completando el uno al otro. 

No con todo se puede acertar, pero, mirando por el lado positivo, "lo importante es el detalle... y que con las rebajas, algo más nos llevaremos", sonríe la pareja antes de seguir cambiando y buscando nuevas prendas en la tienda.