Tres rostros para animar al socialismo

política

Los sectores críticos confían en llegar a los 1.300 avales mínimos para presentar sus candidaturas

Entre los oficialistas dan por hecho su ventaja aunque evitan el triunfalismo

José Luis Ruiz Espejo, Rafael Fuentes y Soraya García.
M. José Garde

Málaga, 20 de agosto 2017 - 02:04

Los incondicionales del sanchismo hicieron el jueves un paréntesis en la Feria de Málaga con el objetivo de aclarar su posición en el proceso que se abre ahora en el socialismo. Entre copas de Cartojal y cerveza se convocaron en un local de la capital para cerrar el nombre de su candidato. Habían agotado el último cartucho que tenían para convencer a la aspirante Soraya García de que se retirara de la carrera o fuera el nuevo rostro de este sector, aglutinando así también a los críticos dentro del oficialismo. La llamada de Pedro Sánchez para convencerla no llegó a producirse y finalmente los sanchistas lograron sacar un candidato propio, justo cuando a la reunión llegaban las primeras noticias del atentado en Barcelona.

La cita terminó de forma precipitada pero con la satisfacción de haber logrado lo que siempre habían prometido, dar la batalla por controlar el partido y medir de nuevo sus fuerzas en la provincia. El líder de ese sector, Ignacio López, se había dejado ver esa mañana por el centro de la ciudad con el que fuera portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento de la capital, Rafael Fuentes, un hombre que no figuraba en las primeras quinielas para la candidatura. Fuentes se dejo convencer en la Feria, aunque su elección no se hará oficial hasta pasados unos días.

La recogida de avales para proclamar a los candidatos será entre el 6 y 16 de septiembre

Con el nombre de Fuentes se cierra el círculo de los aspirantes a la secretaría general del PSOE en Málaga, en el que ya estaban Soraya García y José Luis Ruiz Espejo. Pero para llegar a esta meta deberán ganarse el favor de la militancia en forma de avales. Será el primer paso en este proceso, la recogida de firmas a uno u otro aspirante, que según varias fuentes, se producirá entre el 6 y el 16 de septiembre. Sólo si logran el mínimo de apoyos necesarios para pasar el corte, un 20% de los afiliados, serán proclamados candidatos a las elecciones primarias.

Precisamente el juego entre los apoyos que se presentan en forma de aval y que, por tanto son públicos, y las votaciones secretas en urna es lo que trae de cabeza a los equipos de todos los aspirantes.

El precedente de las primarias de mayo, cuando se medían los apoyos de Pedro Sánchez y Susana Díaz en Málaga, hace albergar esperanzas a todos los sectores. Díaz ganó pero tuvo menos votos que avales. A su contrincante le ocurrió lo contrario, que logró más respaldo cuando los militantes decidían en secreto su voto.

Ante este escenario, los oficialistas que trabajan con José Luis Ruiz Espejo se muestran optimistas. Saben que el voto crítico está claramente dividido y que ellos no tendrán problemas para recabar los avales entre las agrupaciones de toda la provincia. "No tenemos mala sensación", aseguran evitando aportar una cifra que les sitúe como claro caballo ganador. Ello podría enervar a los descontentos con la gestión de la comisión ejecutiva saliente. Además, presumen del alto nivel de conocimiento que tiene el candidato que, como delegado del Gobierno de la Junta, se ha recorrido todos los pueblos, y aseguran que este es un proceso distinto, nada que ver con las primarias a nivel federal.

En las filas de la candidata Soraya García se han marcado el objetivo de llegar a los 1.400 avales, cuando el mínimo estará entre los 1.200 y 1.300, y si lo consiguen están convencidos de ganar las primarias. "El proceso va a ser duro y complicado", reconocen. Y tienen el hándicap de que el voto crítico estará más dividido que nunca, -entre ella y los fieles de Pedro Sánchez- y que deben ser capaces de movilizar a una militancia que hoy se muestra "apática". La principal baza de este sector será apelar al voto útil, convencer a los militantes de que su posición está equidistante en la pugna entre la ejecutiva federal de Sánchez y la andaluza de Susana Díaz. La candidata es miembro de la actual ejecutiva, alcaldesa de un pequeño municipio y es respaldada por las dos principales agrupaciones sanchistas.

El último en incorporarse a este trío de candidatos ha sido Fuentes y en el equipo que le acompañará las próximas semanas se respira cierto alivio por haber logrado presentar un candidato. Creen además que la mayoría de los críticos, y no sólo los que respaldaron a Sánchez en mayo, estarán con su candidato. "Un 90 por ciento nos apoyará", aseguran para añadir que ya cuentan con un millar de avales asegurados, cuando en las primarias nacionales su apoyo se cifró en 1.399 votos.

Si los tres consiguen pasar el filtro de los avales se medirán en una elección directa que, por vez primera en Málaga, contará con tres aspirantes para optar a la máxima dirección de los socialistas.

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