La Asociación Ruedas Redondas muestra su claro descontento ante la decisión tomada por el Ayuntamiento de Málaga de usar los radares instalados en los carriles 30 de la zona este de Málaga como elemento de control, sin ningún carácter sancionador. “Es una noticia pésima, el consistorio ha firmado un cheque en blanco y le está diciendo al enemigo (vehículos a motor) que ataque contra los ciclistas”, sentenció Jose Luís Martín, presidente de Ruedas Redondas. El Ayuntamiento ha informado que pretende actuar desde la concienciación y la educación antes de llegar a la recaudación de fondos con las posibles infracciones que se comentan.

La Concejalía de Movilidad reculó durante esta semana cuando anunció que los puestos de control de velocidad fijos recientemente instalados en la zona de Pedregalejo actuarán como una herramienta para estudios y con fines estadísticos. Estos radares comprendían las primeras instalaciones de una red destinada a controlar las infracciones cometidas en los carriles 30, sobre los que comparten pavimento coches, patinetes y bicicletas entre otros. La asociación de ciclistas malagueña critica la actuación y la describe como un empuje hacia la movilidad sostenible que se ha quedado reducida en una medida estética sin aplicación práctica.

José del Río, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, ha informado que se encuentran en un escalón previo para lograr el equilibrio y la seguridad en los carriles compartidos. “Usaremos los radares para concienciar y educar a los ciudadanos sobre su uso. Las personas que inflijan las normas en repetidas ocasiones serán informadas”. “Son pasos que hay que dar poco a poco. La instalación de los carriles ciclables ya es un avance para la seguridad, ahora tenemos que comprobar el tránsito y la circulación en estos para garantizar una correcta seguridad vial”, ha explicado el concejal.  

El área confía en que estas medidas serán eficaces y que si no fuera el caso, implantarían otras soluciones entre las que se encuentra la sanción económica a todo aquel que rebase el límite de velocidad establecido. Asimismo, del Río ha asegurado que no han aumentado los siniestros tras la puesta en marcha de estas vías compartidas y que los accidentes que se han producido han sido detonados por imprudencias de los conductores de bicicletas y patinetes.

“Siguen sin verse niños ni mayores pedaleando por los carriles 30 porque es peligroso, pueden morir”, explicaba José Luis Martín, quien afirma que desde la asociación se han realizado constantemente mediciones en estas vías y confirman que los vehículos llegan a doblar la velocidad máxima establecida. “Las vías compartidas no son la solución, ya nos manifestamos en febrero en contra de esta medida y seguiremos tomando medidas”.

Asimismo, Ruedas Redondas ha mostrado su descontento esta semana en el Ayuntamiento tras el desmantelamiento del servicio público de bicicletas compartidas debido al alto coste de estas y a la “irresponsabilidad por parte del gobierno local de no prestar un servicio que debería ser esencial”. El consistorio advierte que el sistema de bicicletas compartidas actual de Málaga se encuentra en fase de precarización y que en el primer trimestre de 2022 se llegará a una concesión entre las empresas privadas tanto de bicicletas como de patinetes y el ente municipal. La concejalía de movilidad prevé establecer un operativo que reduzca la tarifa de estos vehículos a usuarios de la EMT fijando “precios muy asequibles”, según el concejal.