Los trabajadores malagueños han perdido poder adquisitivo en 2021. Mientras los sueldos de convenio crecieron un 0,55% de media en el año –según se desprende de la estadística mensual del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales– la inflación lo ha hecho de media a nivel nacional un 3,1%, una cifra que, a falta del cierre de diciembre, podría ser incluso algo superior en Málaga.

Eso significa que los salarios se han elevado seis veces menos que los precios, o, para que se entienda mejor, que por cada euro de aumento de sueldo el coste de la vida se ha elevado seis euros. En términos reales, el salario baja.

La situación en Málaga, además, es peor que a nivel nacional y andaluz. En el conjunto del país, los sueldos se elevaron un 1,47% y en Andalucía un 1,87%, según los datos del Ministerio de Trabajo. Hay que precisar que la estadística para Málaga, la del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, se refiere solo a los convenios que se firman en la provincia y no a los de ámbito nacional, como por ejemplo los de grandes empresas como Mercadona o Corte Inglés. Eso puede distorsionar algo la estadística pero en cualquier caso, en diciembre, por ejemplo, Málaga fue la provincia andaluza con menor crecimiento de los sueldos, un 0,44% según la estadística del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, para una muestra de casi 200.000 trabajadores y casi 67.000 empresas.

La propia estructura productiva de Málaga, con una economía basada en los servicios, tiene mucho que ver con ello. La vigencia de muchos convenios ha terminado durante la pandemia y la negociación para renovarlos ha quedado aparcada. En otros casos en los que sí han estado vigentes, como el de la hostelería, sindicatos y patronal acordaron la congelación de los salarios ante las dificultades del sector por culpa de la pandemia.

Pero 2022 va a ser diferente y los sindicatos ya avisan que “las mesas que se abran ahora tienen que tener en cuenta nueva legislación y una inflación que antes no había”, afirma Soledad Ruiz, que cree que la eliminación de la la posibilidad de las empresas de congelar un convenio sine die e incluso acogerse a uno sectorial con salarios más bajos va a tener efecto en la negociación. Desde UGT ya se están dando instrucciones a los negociadores para que en los convenios que se empiecen a negociar ahora “no admitan revisión por debajo del IPC; no puede caer todo el peso de la crisis en el poder adquisitivo de los trabajadores”, dice Ruiz.

Por parte de la patronal, la vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Málaga, Natalia Sánchez, asegura que durante la pandemia ha habido “bastante concienciacion” por parte de los agentes sociales en cuanto a la contención de salarios y una cierta paralización de la negociación colectiva. Y añade que ve necesario “intentar hacer ver a los sindicatos que esta inflación es consecuencia de la reactivación económica; no es por las leyes del mercado sino por un incremento del consumo y las dificultades para activar la maquinaria de producción”. “Seamos prudentes porque la tendencia natural es que esto baje”, añade, y avisa que si los salarios suben en la misma proporción que los precios puede llegarse a “una segunda oleada de inflación”.