Málaga

La sanidad privada sigue con buena salud pese a reducir sus beneficios

  • Los grupos Vithas y Quirón se han reforzado al adquirir nuevos centros en los últimos años

Un equipo quirúrgico del Hospital Quirónsalud de Marbella durante la colocación de un marcapasos sin cables.

Un equipo quirúrgico del Hospital Quirónsalud de Marbella durante la colocación de un marcapasos sin cables.

La sanidad privada, en general, goza de buena salud en la provincia. Málaga aglutina casi la mitad de las camas que tiene este sector en la comunidad y además ha experimentado un proceso de expansión que ha permitido a grupos como Vithas o Quirón reforzar su posición en el mercado tras adquirir en los últimos años empresas que tenían una larga inserción local como Parque San Antonio, Xanit o parte de Clínicas Rincón -en el primer caso- o USP -en el segundo-. En cambio, hay otras empresas familiares o de profunda raigambre malagueña que luchan por mantener su identidad sin ceder a fusiones, muchas veces a costa de reducir sus márgenes de rentabilidad. Pero, sin dudas, la sanidad privada de la provincia es un sector pujante y de excelencia que cada día se gana a pulso la confianza de sus pacientes y que -en tanto complementaria de la pública- contribuye a aliviar su carga asistencial.

Vithas tiene en la provincia 217 camas. El grupo nació en 2012. Desde entonces arrancó en Málaga con el Hospital Parque San Antonio. Empezó con sus 98 camas. Poco a poco ha ido ganando implantación. Primero con la compra de Xanit, en 2014, que pasó a ser su segundo hospital en la provincia, dotado de 119 camas. En aquella operación también sumó un policlínico en Fuengirola y dos centros en Málaga. Dos años más tarde, en 2016, compró parte de Clínicas Rincón, una decisión que le permitió incorporar otros cinco centros sanitarios más. La expansión continúa. El Hospital Vithas Xanit Internacional tiene en proyecto duplicar sus instalaciones de Benalmádena.

También Quirón ha crecido. En la actualidad posee 211 camas. El grupo entró en Andalucía en 2009, al abrir su hospital de Málaga, un centro dotado de 131 camas. Poco después inició su proceso de expansión. En 2012, Quirón y USP se unieron. El hospital de esta compañía pasó a llamarse Quirónsalud Marbella y el grupo sumó 80 camas más. Ahora Quirónsalud Málaga prevé ampliar sus instalaciones de Parque Litoral, en la capital.

"Pero en la sanidad privada, en general, no es oro todo lo que reluce. Estamos creciendo y hemos invertido mucho, pero a costa de una menor rentabilidad que nos obliga a hacer un mayor volumen", aclara el presidente de la Asociación Provincial de Clínicas Privadas de Málaga y gerente y propietario del Complejo Hospitalario Integral Privado (CHIP). Jesús Burgos explica que debido a la bajada de precios de las aseguradoras privadas, los márgenes de negocio se han achicado: "Los márgenes se han resentido muchísimo. Así que los grandes grupos se concentran y las empresas familiares intentamos sobrevivir". Ya en relación a su empresa, sostiene que seguirá manteniendo su identidad: "No tenemos intención de unirnos a nadie".

Por su parte, el gerente del Hospital Dr. Gálvez, Juan Antonio Moreno, afirma: "La competencia es feroz y los precios han bajado. Los grandes grupos se expanden y los más pequeñitos aguantamos y resistimos". Para ello, apuesta por su tradicional marca y la fidelización de sus pacientes.

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