Trabajadores sanitarios de Málaga han acudido a la entrega de firmas en defensa de la Sanidad Pública

Profesionales sanitarios malagueños han acudido a la entrega ante la Oficina del Censo Electoral en Sevilla de más de 50.000 firmas recogidas por toda Andalucía en defensa de la sanidad pública. Más de 5.000 personas, entre profesionales sanitarios, trabajadores, sindicatos, usuarios y ciudadanos se han unido en una movilización convocada por la Coordinadora de Mareas Blancas de Andalucía y apoyada por SATSE, CSIF, CCOO y UGT.

CSIF ha explicado en nota de prensa que la protesta "ha sido un grito de auxilio ante una situación insostenible y contra la estrategia deliberada de la Junta de Andalucía de debilitar lo público para justificar la progresiva privatización de la sanidad pública andaluza".

"Lo que algunos intentan presentar como una crisis estacional es, en realidad, el resultado de una política sanitaria que prioriza intereses privados por encima del bien común, poniendo en riesgo la salud de toda la ciudadanía", señala el sindicato.

En el comunicado han anunciado más movilizaciones "hasta que se cumplan los acuerdos suscritos y se adopten medidas tan urgentes como el aumento de plantilla con empleo estable, reducción de listas de espera y el blindaje del sistema sanitario público andaluz frente a la privatización".

Los sindicatos señalaron, hace apenas unos días, que en la provincia de Málaga no han llegado unos 170 sanitarios prometidos por el SAS: 40 puestos de facultativos, unos 80 de enfermeros y medio centenar de fisioterapeutas.

Falta de profesionales sanitarios

El Servicio Andaluz de Salud alcanzó acuerdos que suponían la incorporación de unos 260 sanitarios a los ambulatorios de la provincia. Algunos compromisos se derivan de consensos alcanzados con otras comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud (CIS) en abril de 2019 y otros son consecuencia del Pacto por la Atención Primaria de mayo de 2023. Cifra arriba o abajo se han incorporado alrededor de 90, pero pasa el tiempo y quedan unos 170 profesionales que siguen sin llegar, entre médicos, enfermeros y fisioterapeutas. A los sindicatos les bailan los números, pero a grosso modo coinciden en que quedan pendientes en torno a 40 puestos de facultativos, unos 80 de enfermeros y medio centenar de fisioterapeutas.

Trabajadores cuyos puestos son de nueva creación para descargar a los centros de salud más masificados por el crecimiento de la población, como es el caso de facultativos y enfermeros, o para dar respuesta al clamoroso déficit de fisioterapeutas en la sanidad pública que obliga a miles de personas a costearse la rehabilitación de su bolsillo ante las exageradas listas de espera.