Es la carta a los Reyes Magos de los colegios profesionales y sindicatos del ámbito sanitario: medidas eficaces que pongan freno a las agresiones en los hospitales y centros de salud. O mejor dicho, la carta a las Administraciones. Las ha remitido esta semana el Colegio de Enfermería de Málaga. Una a la Delegación de Salud y otra a la Subdelegación del Gobierno. Contienen la petición de que convoquen las respectivas mesas contra las agresiones a fin de analizar “qué está fallando”. Ante esta solicitud, el Servicio Andaluz de Salud indicó que el encuentro de la última mesa provincial fue el 24 de octubre. “Se hace una al trimestre por lo que próximamente se convocará”, apuntó una portavoz.

“Debemos tener tolerancia cero ante estos ataques físicos o verbales. No podemos consentir que el personal esté continuamente atemorizado porque los deseos y necesidades de los usuarios no los cubre el sistema sanitario y lo pagan con quien tienen delante”, esgrime el representante de los enfermeros malagueños, José Miguel Carrasco.

Como medidas concretas, propone más formación para los profesionales para que sepan cómo actuar, que la Administración se persone como acusación siempre que haya una denuncia, que pida el alejamiento preventivo mientras no hay una sentencia, que se actualice el mapa de riesgos para que en aquellos centros con más índice de agresiones las fuerzas de seguridad hagan “rondas preventivas” a fin de tener un efecto disuasorio. Según opinó Carrasco, el plan contiene medidas que “no se ejecutan o si se ejecutan no están dando resultados”. Otra demanda del Colegio de Enfermería es que se pongan vigilantes en “todos” los centros sanitarios. “Porque cuando hay una agresión se pone y luego al mes o los dos meses, se quita”, protestó.

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro Navarro, planteó la necesidad de una reunión de la mesa provincial para “repensar” las medidas y lamentó que se haya pasado “de los aplausos en la pandemia a las agresiones”. Navarro comentó: “Con el incremento de las listas de espera, se sigue culpabilizando al médico por las esperas. Hay que tomar cartas en el asunto, con vigilantes en todos los centros sanitarios, penas más contundentes y sanciones de la Administración para que al agresor no le salga tan fácil agredir”.

El Sindicato Médico de Málaga (SMM) también cree que es hora de una reunión de la mesa para reevaluar las medidas. Entre ellas, pide sanciones administrativas –como cambio de centro o multas para los agresores– aparte de los castigos penales que se deriven del correspondiente juicio. Además, esta organización reclama presupuesto para hacer más salidas de escape en las consultas y poner más videovigilancia en las zonas comunes de los centros. “Hay mucha palabrería sobre el papel, pero las agresiones suben y las medidas preventivas no están funcionando”, opinó el presidente del SMM, Antonio Martín. Y añadió: “El fracaso es absoluto en la prevención de las agresiones”.

A su vez, Navarro insistió en “la importancia de denunciar” para visibilizar el problema en toda su dimensión y que los ataques físicos o verbales no queden impunes. Recordó que el Colegio de Médicos tiene un teléfono para notificarlas, que la asesoría jurídica de esa institución acompaña en todo momento a los agredidos y que además existe un servicio psicológico para asistirles porque aún en las agresiones sólo verbales generan un trauma en quienes las sufren.