El conjunto de Sierra Bermeja y Sierra de las Nieves, separadas físicamente por la carretera que une San Pedro de Alcántara con Ronda y que se sitúa al norte de la Costa del Sol occidental, es una zona que ha estado especialmente castigada por los grandes incendios forestales (GIF). Antes del incendio que sigue calcinando Sierra Bermeja y que ya ha afectado al menos 5.000 hectáreas, en los últimos 50 años se han calcinado 26.400 hectáreas en tres grandes desastres naturales.

De estos tres grandes incendios forestales que copan la fatídica estadística de área arrasada por el fuego, el más devastador sufrido en la zona se produjo en el entorno de Igualeja en 1975. Las llamas alcanzaron más de 10.000 hectáreas entre el municipio de Igualeja y el de Benahavís, muy próximo a los límites de Marbella, según recoge Eduardo Araque Jiménez en su estudio Medio siglo de grandes incendios forestales en Andalucía. Cinco años antes, en 1966, la zona de Sierra Bermeja también se vio afectada por un gran incendio que calcinó 5.000 hectáreas en un área similar a la afectada actualmente. Ese mes de agosto fueron 2.000 los efectivos desplazados para tratar de extinguir el incendio, según recogen las crónicas periodísticas del momento.

Por área afectada, el siguiente incendio más extenso que devastó parte de la provincia de Málaga fue el que se produjo hace nueve años, en 2012, en Ojén. El fuego alcanzó 8.225 hectáreas y causó daños por valor de 39,6 millones de euros en Mijas, Marbella, Ojén, Monda, Coín y Alhaurín el Grande. El dispositivo de prevención movilizó a 1.100 efectivos, entre ellos 140 efectivos de la UME y fue necesario activar el nivel 2 de emergencia.

Ese año y durante los cuatro días que se mantuvo activo el incendio se desalojó a más de 5.000 personas de sus viviendas de forma preventiva. A su paso las llamas calcinaron decenas de viviendas, vehículos, infraestructuras urbanas, parajes naturales de enorme valor ecológico y la vida de dos personas que fueron sorprendidas por el fuego. A día de hoy sigue sin juzgarse pese a que se detuviese al principal sospechoso, el encargado del mantenimiento de la finca en la que se inició el fuego.

Pocos incendios forestales, por suerte, han tenido la dimensión del que en 2012 sembró el caos en la Costa del Sol, que se vio rodeada por las llamas. Hay un precedente en la historia reciente de la provincia de Málaga y ocurrió en agosto de 1991, hace justo ahora treinta años. Era miércoles, 7 de agosto, el día que se inició aquel trágico incendio forestal en un paraje cercano a un cortafuegos del monte público de Igualeja, en plena Serranía de Ronda y en el corazón del parque natural de la Sierra de las Nieves. Cada retén del dispositivo contra incendios debía dirigirse hacia un punto de encuentro para ser recogido en helicóptero por la peligrosidad de la zona donde se originó el fuego.

En los últimos 50 años hubo tres incendios que calcinaron más de 5.000 hectáreas cada uno

Unas 2.500 personas participaron en la extinción de este fuego, incluida la Legión militar situada en su base de Ronda. Pero aún así, el incendio no se llegó a estabilizar hasta cinco días después calcinando a su paso unas 8.150 hectáreas, casi una cuarta parte eran del parque natural de Sierra de las Nieves. Los municipios de Igualeja, Parauta, Istán y Tolox, y en menor medida, Benahavís, Monda y Yunquera fueron los más afectados por este siniestro, que únicamente afectó a vegetación y que sólo el tiempo ha conseguido cicatrizar la herida que le dejó las llamas.

Cabe recordar que la Sierra de las Nieves fue declarada recientemente Parque Natural. “Cuánto nos hubiera gustado incluir en este espacio Sierra Bermeja, pero faltaban dos requisitos: la continuidad ecológica interrumpida por la carretera que une Ronda con San Pedro de Alcántara y la posibilidad de caracterizar todo ese espacio a la velocidad que necesitábamos”, dijo la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en el Senado, destacando la proximidad entre ambos parajes naturales afectados por las llamas.