Hacer el grado superior de música solo es apto para músicos "trabajadores y responsables". Esta enseñanza requiere de muchas horas de dedicación, además del tiempo que se pasa en las aulas. "Para llegar a ser un gran instrumentista debemos dedicar cuatro o cinco horas diarias al instrumento, además de los 14 años que pasamos en los conservatorios", confiesa María Sánchez, una joven de 22 años que estudia tercero de Piano en el Conservatorio Superior de Música de Málaga. Otros estudiantes son más ambiciosos. Francisco Ruiz, de 20 años y natural de Málaga, está haciendo una "doble carrera musical". Por un lado estudia tercero de Violín y, además, este año se ha matriculado del primer grado de Dirección de Orquesta, ya que como ocurre en toda las enseñanza, la LOE está sustituyendo el plan de estudios de la LOGSE. Ambos jóvenes fueron "inducidos" a la música por sus padres. "Cuando tenía 3 años mi padre, que es profesor de Viola, me regaló un violín. En aquel momento no tenía conocimiento de la música. Después me fue interesando y decidí convertirme en instrumentista", reconoce Francisco Ruiz.

María Sánchez comenzó con la guitarra. Después optó por estudiar piano. Lo compaginó "bien" con el instituto, pero cuando llegó a la universidad todo cambió. "Soy de Granada. Allí estudiaba Historia del Arte. Cuando solicité plaza para el Superior tuve que venirme a Málaga y dejé la Universidad. Mi objetivo es finalizar el conservatorio y después retomar la carrera universitaria. Quiero dedicarme a algo relacionado con la docencia", explica la joven. La relevancia del Conservatorio de Málaga es un reclamo para algunos jóvenes que solicitan plaza en él. "Considero este centro como uno de los más importantes, por ello, y porque en Ciudad Real no hay ninguno, puse como primera opción el de Málaga y finalmente pude entrar", explica Juan María Cornejo, un joven de 20 años, que estudia segundo año de Tuba. Tiene claro que de Málaga salen "grandes instrumentistas", sobre todo contrabajistas. "El Conservatorio tiene mucha fama en ciertos tipos de instrumentos como el contrabajo. Hay profesores de gran nivel en este instrumento. Es más, sé que más de un alumno de contrabajo solicita este conservatorio por sus profesores", recalca el joven. Además de sus estudios en la música, Cornejo está matriculado en Magisterio Musical. "Muchas de las asignaturas que ya he cursado en el Conservatorio las tengo también en la facultad. Debería de haber un convenio entre ambas instituciones, ya que así se evitaría la duplicidad", afirma el estudiante de tuba.

Como ocurre en cualquier estudio de nivel superior, "es necesario especializarse, además, ofrecer más que el resto, ya que para encontrar trabajo no sólo debes ser bueno, en este caso, el mejor, sino que también debes aportar cualidades y conocimientos que no tengan otros", reconoce el joven.

Por ello, muchos músicos optan por realizar postgrados para abrirse un poco más las puertas al mercado laboral. "Cuando finalice el grado superior, quiero hacer un máster para tener más posibilidades y acceder a una orquesta, que es mi objetivo", afirma Pablo Guerrero, estudiante de segundo año de Tuba, que reconoce que donde hay más facilidades laborales es el mundo de la docencia, aunque optará a él como "última vía".

Actualmente 78 profesores dirigen las enseñanzas musicales de los 316 alumnos que pasean por los pasillos del conservatorio. El responsable del departamento de Piano, Juan Antonio Vicente Téllez, reconoce la competitividad de muchos de los alumnos del centro. En sus 25 años trabajando en el Conservatorio ha visto pasar a "muy buenos alumnos", algunos de ellos pertenecen ahora a grandes orquestas y otros son compañeros de docencia. Recuerda como hace unos años, "no muchos" -concreta- en las audiciones de instrumentistas tanto a nivel nacional como internacional "siempre se elegían a los alumnos de Málaga". Asimismo insiste en que la formación de un músico "es muy dura" y requiere de una responsabilidad y dedicación "tremenda".

El talento es una parte importante para llegar a ser un gran instrumentistas, pero a juicio del responsable del departamento de Cuerda, Lorenzo Triviño, "el talento no nace, se hace". "Cuando se dice que un alumno tiene talento, hay mucho estudio detrás. Todo se consigue a través de trabajo", afirma el docente que se incorporó al Conservatorio Superior de Málaga en el curso 2003/2004.

Miles de alumnos han pasado por sus aulas en los últimos 39 años, aunque su origen se remonta a 1880 donde otras paredes daban cobijo a las enseñanzas musicales. El Conservatorio Superior de Música de Málaga, ubicado desde 1971 en la plaza Maestro Artola, y que este año cumple 130 años, está considerado como uno de los centros musicales de primer rango de Andalucía y de España. De sus aulas han salido instrumentistas y cantantes que desarrollan ahora su actividad por los grandes auditorios y teatros del mundo, junto a catedráticos, primeros atriles y un largo etcétera de profesores de orquestas de Radio Televisión Nacional, Ciudad de Málaga y la Orquesta Sinfónica de Sevilla, entre otras.

Eduardo Ocón y Rivas tomó en 1880 la dirección del Conservatorio, que nació gracias al impulso de la Sociedad Filarmónica de Málaga. "Ha sido y es un centro de enseñanzas musicales de primer rango en el Estado, en el que se realizan estudios de ciclo completo adaptados a la exigencias de las sucesivas legislaciones de aplicación a estas enseñanzas musicales, y de cuya importancia da idea el hecho de que fue uno de los seis conservatorios superiores de que disponía el Ministerio de Educación en la década de los sesenta", recuerda su actual director, Mariano Triviño.

Además de las clases de cada una de las especialidades, todos los alumnos deben participar en dos conciertos. "En el conservatorio hay cinco agrupaciones: la orquesta sinfónica, la de cámara, una banda, un coro y la Big Band. Todos los alumnos deben participar en dos concierto de algunas de estas agrupaciones", señala Mariano Triviño.

Desde su creación el Conservatorio Superior de Música de Málaga tuvo su sede en el denominado Convento de San Francisco, construido a finales del siglo XV y deshabitado tras la desamortización de Mendizábal. Luego, el edificio lo ocupó el Liceo de Málaga y la Sociedad Malagueña de Ciencias, y ya en 1880 fue sede del Conservatorio de Música María Cristina, hasta su traslado en 1971. Debido a su actividad docente y a la difusión y promoción de la música en el ámbito de la ciudad y su entorno territorial de influencia, el Conservatorio Superior de Música de Málaga fue el generador e impulsor en 1945 de la Orquesta Sinfónica de Málaga.

Gracias "a la intensa vida musical" existente en la provincia, hoy en día concurren en Málaga dos orquestas sinfónicas, una orquesta académica de cámara, un coro de ópera, dos coros polifónicos, un coro de cámara, un orfeón, una escolanía, cinco bandas de música, y un amplio conjunto de pequeñas agrupaciones de cámara.