Los símbolos franquistas que aún perviven en Málaga: de las letras de Carlos Haya a la avenida García Morato
El callejero del barrio de Haza de Cuevas, en Cruz de Humilladero, está plagado de nombres de militares
Tiempo de agonía e incertidumbres: “Españoles, Franco ha muerto”
Cuando se cumplen 50 años de la muerte de Franco, todavía quedan en Málaga vestigios franquistas, a pesar de que la Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007, y la posterior Ley de Memoria Democrática, de 2022, obliga a las administraciones públicas a eliminar de sus calles elementos, símbolos o nombres que supongan exaltación de la dictadura. En estos años, se han retirado del callejero las dedicadas al General Mola, Sanjurjo, Queipo de Llano y Generalísimo Franco. Pero otras aún siguen ahí: la avenida Carlos Haya y la avenida Comandante García Morato –dos aviadores franquistas– representan las principales cuentas pendientes de la capital con la memoria histórica.
En el caso de Carlos Haya, quien era conocido como el piloto de Franco y que fue el encargado por ejemplo de llevar a cabo la estrategia para cortar la carretera de Almería durante la Desbandá, su nombre se puso a la avenida en 1940. La denominación, que ya se quitó al hospital ahora llamado Regional Universitario de Málaga, se mantiene actualmente aunque existe un acuerdo de 2017 en la Comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento para que vuelva a ser llamada Camino de Antequera, algo que no se llegó a tramitar.
Desde el equipo de gobierno se agarraron a lo que pasó en Madrid, donde la familia consiguió que un juzgado paralizase el cambio de nombre de una calle, aprobado por el Consistorio dirigido por Manuela Carmena, alegando que la designación se le había concedido por sus méritos como aviador y no por su papel en la guerra a favor del bando nacional. Con este argumento, no solo no se ha cambiado el nombre de la calle sino que, además, recientemente se han colocado cinco letras gigantes de piedra en la rotonda frente al centro sanitario en las que se lee ‘C. Haya’, algo que la Asociación Contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga pidió que se retiraran, según asegura su presidente, Rafael Molina, que lamenta que “ahí siguen”.
Con relación a cómo afecta el recurso que se dirime en Madrid al caso de Málaga, el presidente de esta asociación entiende que el Ayuntamiento malagueño no tiene excusas porque, según explica, la nueva ley ha modificado el procedimiento y obliga de manera "taxativa y tajante" a que se cambie el nombre "sin perjuicio de que la familia después ponga acciones legales para recuperarlo".
En relación con esto, Molina asegura que la asociación está dispuesta, junto con el nuevo fiscal delegado de Memoria Democrática de Málaga, a "buscar la fórmula para que esto se haga efectivo y se cursen las sanciones pertinentes", entendiendo que debe ser la Fiscalía, previa denuncia, la que lo lleve a cabo -añade-.
El cambio de nomenclatura de la avenida Carlos Haya también lo ha reclamado insistentemente el grupo municipal Con Málaga, formado por IU y Podemos, por vulnerar "el espíritu" de la ley. "Es inadmisible que aún mantenga el nombre de Carlos Haya, un aviador militar que participó activamente en el golpe de Estado contra la Segunda República y en la dictadura de Franco, pero lo más grave es que, lejos de retirarlo, el Ayuntamiento ha colocado letras gigantes con su nombre en la rotonda", criticó este jueves Nico Sguiglia, portavoz de Con Málaga, que sostuvo "es algo que no se puede justificar a estas alturas".
Con la avenida Comandante García Morato, situada en las proximidades del aeropuerto, sucede algo parecido: la familia podría recurrir. Aunque el presidente de la asociación de Memoria Histórica considera que "habría menos problemas", atendiendo al hecho de que las nietas del aviador decidieron en 2021, en un acto íntimo y discreto, exhumar sus restos de la iglesia del Carmen, donde reposaban desde 1971, para evitar así polémicas como las surgidas con Queipo de Llanos o el propio Franco.
Haza de Cuevas, 'el barrio de los alféreces'
El de Carlos Haya y García Morato son los dos ejemplos "más sangrantes", según afirma el presidente de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, pero no los únicos, porque la capital sigue teniendo una barriada entera plagada de nombres de militares franquistas. Es el barrio de Haza de Cuevas, en el distrito de Cruz de Humilladero, que entre muchos es conocido como el barrio de los alféreces, por la proliferación de vías con este escalafón militar. Allí están, entre otros, el capitán Huelin, el Alférez Ángel Rosado o el Alférez García Valdecasas. Así, hasta una veintena de calles.
Sin embargo, mientras que los casos de Carlos Haya y García Morato son claros, en Haza de Cuevas el presidente de la asociación de Memoria Histórica aclara que sería necesario estudiar uno a uno todos los nombres, para ver cuáles hacen referencia a militares franquistas y cuáles no. Así, Molina recuerda que el Ayuntamiento se comprometió a financiar una cátedra de memoria histórica en la Universidad de Málaga que fuese precisamente la encargada de esta tarea.
La antigua prisión provincial
Por otro lado, el portavoz de Con Málaga recordó también ayer que entre las "grandes deudas pendientes" está el futuro de la antigua prisión provincial, ubicada en Cruz de Humilladero. Hay que recordar que el Ayuntamiento va a ceder este edificio, que fue reconocido como Lugar de Memoria Histórica en 2014, a un grupo privado para que realice un centro educativo, y que para ello tiene previsto hacer un concurso público a finales de año, aunque ya existe un proyecto de la Universidad Alfonso X El Sabio.
Asimismo, desde Con Málaga han reclamado avances en el Centro de Interpretación de la Memoria previsto en el Cementerio de San Rafael, donde se ubica una de las mayores fosas comunes del país. "San Rafael es un lugar de enorme significación. Es imprescindible que el centro de interpretación se haga realidad cuanto antes", ha señalado Sguiglia, quien ha acusado al PP de "frenar cualquier avance en memoria democrática por motivos políticos".
Villafranco del Guadalhorce
Más allá de la capital, en la provincia de Málaga también existen algunos casos relevantes. El de Villafranco del Guadalhorce es uno de los más conocidos, por ser el último pueblo del caudillo. Esta pedanía de Alhaurín el Grande, donde viven unos 700 vecinos, cambió oficialmente de topónimo en agosto de este año, cuando el Ayuntamiento aprobó en el pleno que pasara a llamarse Villa del Guadalhorce, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Tras ser aprobado el cambio de nombre al de Villa de Guadalhorce, se inicia un procedimiento administrativo para su validación definitiva por parte de las autoridades competentes. Una vez completados los trámites legales, la nueva denominación será incorporada al nomenclátor oficial del municipio y se procederá a su actualización en señalética, documentación y registros institucionales.
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