El super yate del emir de Catar regresa a Málaga
El ‘Al Lusail’ de 123 metros visita por tercera vez el puerto de la capital costasoleña manteniendo los habituales secretos “regios” atracado en el muelle de levante
Una histórica imagen que se repite en el puerto de Málaga
El super yate Al Lusail, propiedad del emir de Catar Tamim bin Hamad Al Than está en el puerto de Málaga. Atracado en el muelle de levante en la jornada del miércoles 12 de noviembre, este buques que cumplimenta su tercera escala malagueña llega con la incógnita de si a su bordo navegan miembros de la casa real catarí; un secreto que ya se repitió en sus respectivas visitas de 2018 y 2021.
Con la peculiaridad de llevar el nombre de la ciudad y el estadio donde se jugó la final de la Copa Mundial de Fútbol de 2022, este barco privado de recreo, aún siendo un yate regio, no se encuentra entre los más grandes del mundo, ocupando en la actualidad en puesto 34 en el ranking internacional de este tipo de barcos.
Construido por los astilleros alemanes Lürssen Yachts y con un coste aproximado de 300 millones de dólares que alcanzaría los 500 añadiendo una buena parte de la tecnología de la que dispone, este barco de 123 metros de eslora y 23 de manga fue entregado en 2017, siendo el puerto malacitano uno de los primeros que visitó en su vida activa. Diseñados su exteriores por el estudio británico H2 Yacht Design y firmados los interiores por la empresa March & White que definió el trabajo realizado en este yate como “ una expresión del lujo silencioso”, el Al Lusail fue ordenado al astillero con la muy especial condición de tener que ser un metro menor que el yate del anterior emir de Catar.
Mostrando unas formas curvilíneas que lo hacen fácilmente identificable, este barco con un casco de acero y una superestructura de aluminio dispone de cuatro cubiertas para el uso de los 36 pasajeros que puede albergar en 18 suites de lujo. Con un total de 56 tripulantes que ocupan 28 camarotes, este super yate puede navegar a una velocidad máxima de 20 nudos -37kilómetros por hora-, aunque su habitual ritmo de navegación no supera los 17 nudos. Con un gran helipuerto a proa y dos lanchas limusina para efectuar traslados a tierra, este yate dispone de los habituales estándares de lujo de este tipo de barcos de recreo privados a los que habría que añadir detalles poco conocidos por la significación regia de este barco. Navegando con la matrícula de Doha, el Al Lusail permanece atracado el muelle de levante, un lugar muy alejado a las zonas de amarres que usó en sus dos anteriores visitas malagueñas.
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