El superyate de los 337 millones de dólares

El pasado lunes atracó en el muelle número dos del puerto de Málaga el superyate Rising Sun, considerado como el decimoprimer barco de recreo más grande del mundo. Propiedad en la actualidad del productor musical, teatral y cinematográfico norteamericano David Geffen, fundador junto a Steven Spielberg de la productora Dreamworks, este buque fue originalmente encargado en 2004 a los astilleros alemanes Lürssen Yachts por el fundador de Oracle Corporation, Larry Ellison, que pagó por su construcción 337 millones de dólares.

El exterior fue creado por el estudio de diseño náutico británico Bannenberg & Rowell y todos sus interiores fueron acondicionados por la diseñadora norteamericana Laura Seccombe. El Rising Sun, que en el año 2011 sufrió una remodelación a cargo de su actual propietario, dispone de 82 estancias repartidas en cinco cubiertas que suman una superficie de 8.000 metros cuadrados. En estos espacios, además de los camarotes (el yate está habilitado para 16 pasajeros), se pueden encontrar diversos salones, un pequeño teatro, sala de cine, además de una bodega con vinos. En sus áreas exteriores, todas vestidas con madera de teca, y en la que destacan sus dos cubiertas superiores acristaladas que le dan un cierto toque oriental, el Rising Sun dispone de una pista de baloncesto que puede ser usada como helipuerto, amén de una plataforma a popa destinada a los deportes náuticos.

Con sus 7.841 toneladas de registro bruto (más tonelaje que el Festivo, el roro que cubre con carga rodada la línea regular entre Málaga, Ceuta y Melilla), 138 metros de eslora y 19 de manga, el decimoprimer yate más grande del mundo está construido con acero en su casco y aluminio en su superestructura, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 28 nudos gracias a los cuatro motores diesel que lo propulsan con una potencia de 48.920 caballos. Abanderado en las Islas Caimán y con matrícula de George Town, está tripulado por 45 personas. El barco llegó procedente de Gibraltar y permanecerá atracado en el muelle al menos una semana. Con la escala de este superyate, el puerto malagueño sigue sumando visitas de los más grandes y lujosos barcos de recreo privados del mundo. Una lista en la que ya están incluidos el Al Said, el Prince Abdulaziz o el moderno Yas, que escaló el pasado 30 de agosto.