Málaga

El taxista malagueño que escribe novelas entre carrera y carrera

  • Jesús Báez publica 'Flautista en el camino', su segundo libro

  • Este thriller psicológico bebe de Murakami, Auster, Lovecraft o Hitchcock

Jesús Báez posa junto a su taxi con 'Flautista en el camino'

Jesús Báez posa junto a su taxi con 'Flautista en el camino' / Javier Albiñana (Málaga)

Pasado el mediodía llega Jesús Báez (Málaga, 1978) a la plaza de la Merced en su taxi. Apaga el taxímetro y saca un ejemplar de Flautista en el camino (editorial Anáfora). Pide una mesa a la sombra, “soy un noctámbulo y no me llevo bien con el sol” y comienza a liar un cigarrillo. Viste por completo de negro, gafas de sol y coleta a juego. Roza el metro noventa y rompe con el tópico del taxista con sillón de bolas y El Fari en la radio. Sus altavoces rugen rock.

Mucho antes de poner el taxímetro en marcha se licenció en Psicología y el nombre de su grupo sonaba y fuerte en la escena malagueña. Ahora, además, está implicado en la representación activa del taxi. “Necesito estar siempre hiperestimulado, el exceso de estímulo que puede estresar a una persona a mí me incentiva”, casi se justifica Báez a la pregunta de cómo es capaz de llegar a todo.

Flautista en el camino es su segundo libro, el primero, Fuera, la oscuridad, lo editó él mismo. “Es completamente distinto el proceso, es un alivio tener detrás una editorial como Anáfora que cuida tanto el producto desde Málaga”. Ambos libros los ha escrito a mano y en parada. “Soy uno de esos últimos románticos que siguen escribiendo en libreta. Creo que escribir a mano te da una pausa que no se consigue delante del ordenador”, más tedioso es pasarlo al ordenador después.

El Rooster Bar (Avenida de los Guindos, 33), uno de esos sitios con paredes recubiertas en madera, luz teune y en los que parece que en cualquier momento alguien va a encenderse un cigarrillo y dar un sorbo a su whisky con dos peces de hielo, acoge esta tarde a las 20:00 la presentación de Flautista en el camino, en la que le acompañará Miguel Ángel Magnani, editor de Anáfora.

Flautista en el camino es un thriller psicológico con mucha tensión

A Báez no le dan miedo las referencias y no duda en señalar la influencia de Murakami, Auster, Lovecraft o Hitchcock, “no de llegar al nivel, pero sí de influencia”. Flautista en el camino es un thriller psicológico con mucha tensión en el que Jaime, el protagonista, vive tranquilo, con un trabajo muy antisocial y al que en un momento determinado le sobrevendrán una serie de encuentros, algo que parece una alucinación y una serie de sueños que le harán replantearse su realidad. “En el fondo he querido tratar cómo conformamos nuestra realidad y de hasta qué punto podemos fiarnos de que la realidad que creemos ver es la verdadera o si la realidad existe”, adelanta Jesús.

Su novela también bebe en parte de la autoficción “es muy difícil escribir algo y que no seas tú, al menos que no estés tú ahí. Es como un compositor cuando escribe una canción de amor, es muy difícil que no reflejara su vivencia personal al respecto”, confiesa que todos sus protagonistas tienen algo de él o de sus amigos. En este caso Jaime es un guarda de seguridad, un trabajo más solitario aún que el del taxi. Ambos dos entran en él en un momento difícil de sus vidas.

Vuelve a pedir fuego, pero le interrumpe un hombre con un antifaz, señala un cartel que reza: “quiero un Ferrari”, lo voltea: “O un Porsche”, como si de una de las alucinaciones de Jaime se tratase, a veces es la realidad la que asemeja a la ficción.

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