La terminal de hidrocarburos del puerto de Málaga se reactiva
Descargadas 4.000 toneladas de gasóleo desde un barco, todo apunta a que esta instalación podrá comenzar a realizar suministros terrestres de combustible
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La terminal de almacenamiento de productos e hidrocarburos para suministros marítimos y terrestres situada en el puerto de Málaga vuelve a estar operativa. Tras la descarga de 4.120 toneladas de gasóleo que el pasado día 8 del presente mes de octubre realizó el buque de bandera portuguesa GTM Denmark, esta instalación que recientemente ha sido comprada por el Grupo Hafesa, un holding dedicado a la comercialización, importación, almacenamiento y distribución de productos petrolíferos, recupera una actividad que comenzaba a finales de 2015 y que ha pasado por una serie de complejas vicisitudes.
Con la intención, según ha podido este diario, de comenzar a suministrar a estaciones de servicio, la reactivación de esta terminal recupera la filosofía de trabajo con la que ODT (Oil Distribution Terminals) se estableció en el puerto malagueño.
Ubicada esta instalación en la margen izquierda de la campa de la terminal de contenedores, una superficie de 16.300 metros cuadrados alberga siete tanques: seis de 11 metros de altura y 25 de diámetro más uno de menores dimensiones; unos elementos que posibilitan una capacidad total de almacenaje de 40.000 metros cúbicos. Además de estos grandes depósitos, esta terminal dispone de un edificio de oficinas, diversos almacenes y un cargadero para camiones cisternas complementado por un sistema de tuberías subterráneas y a cielo abierto a lo largo de gran parte del muelle número nueve.
Y aunque la idea inicial de ODT era gestionar el suministro de buques y la distribución terrestre, esta empresa que se posicionaba en el puerto de Málaga en 2012 con operativas de recogida de residuos líquidos de buques, tras construir la terminal, sólo pudo afrontar los abastecimientos a estaciones de servicio de Málaga, Córdoba y Sevilla fundamentalmente.
Ante esta circunstancia y tras ser vendida la instalación, sus nuevos propietarios afrontaron en 2020 la novedosa operativa de descargar aceite asiático usado para convertirlo en biodiesel; una actividad que trajo el tren al puerto malacitano y que proponía la llegada a Málaga por mar del aceite y la salida nuevamente desde Málaga convertido en carburante con destino a diversos países de Europa. Desaparecido aquel ambicioso proyecto, un nuevo propietario se hizo cargo de la terminal en 2021. Ahora, con otra empresa gestora, la cuarta, las instalaciones de hidrocarburos del muelle nueve vuelven a ponerse en marcha.
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