Tráfico no tiene grúas para retirar camiones o autobuses averiados en Málaga y asegura que estudia "alternativas"
Si el conductor no ha contratado asistencia en carretera, el vehículo queda durante horas inmovilizado hasta que la Guardia Civil localiza una grúa privada disponible
Un camión averiado durante casi 15 horas provoca otro gran atasco desde Rincón de la Victoria
En un túnel cerrado, un vehículo de grandes dimensiones averiado bloquea un carril. Los coches se acumulan, los conductores desesperan y los agentes de tráfico, impotentes, intentan despejar la vía. Pero no hay grúa. Ni pública, ni contratada. Cada vez que un camión, autobús o tráiler queda parado en la carretera, se repite el mismo ritual: llamadas, esperas y, a la postre, el colapso. La Dirección General de Tráfico (DGT) no tiene medios propios para retirar estos vehículos. "Estamos igual que hace 40 años. Los vehículos pesados no tienen asistencia porque cuesta un dineral y casi ninguno contrata esa cobertura. Si el conductor no puede pagar los 3.000 euros que cuesta levantar un camión, éste se queda ahí horas. Y mientras tanto, el tráfico se paraliza", explican fuentes policiales con décadas de experiencia en controles en carretera.
El último vehículo afectado permaneció inmovilizado desde la tarde anterior, lo que provocó más de 12 kilómetros de retenciones en la autovía A-7, a la altura de Rincón de la Victoria. El conductor intentó localizar asistencia para poder retirar el camión; un servicio privado acudió sobre las 22:30 horas. Pero surgieron más complicaciones: el cable de la grúa se rompió durante la maniobra y no fue posible completar la retirada la noche del miércoles. A primera hora de ayer, una empresa de grúas se hizo cargo del operativo. El camión fue retirado tras casi 15 horas ocupando parte de la vía.
Desde la DGT reconocen en declaraciones a este periódico que el organismo no dispone de medios propios de remolque, pero sí coordina la intervención de empresas privadas. En caso de averías o accidentes de vehículos de grandes dimensiones, se avisa primero a la aseguradora del propietario para que lo retire. Si el conductor no tiene seguro con esta cobertura de asistencia en carreteras, es la Guardia Civil de Tráfico la que "contacta con la grúa disponible en la zona para que acuda a retirarlo". Después, la empresa pasa la factura al responsable.
El coste de la grúa, recuerdan desde el organismo, corresponde siempre al titular o propietario del vehículo, en caso de no contar con un seguro con cobertura de asistencia. “Si hay que retirar un camión, la empresa tiene que asumirlo". “No es lo mismo retirar un turismo que un camión; las grúas no son las mismas. Siempre se actúa de esa forma, buscando que el tráfico recupere la normalidad lo antes posible", precisan desde Tráfico, que afirma que el propósito es intervenir “con la mayor rapidez posible” para garantizar la fluidez en la circulación.
"Un conductor autónomo español no tiene ese seguro, pese a todos los kilómetros que suele hacer. Se arriesgan, como los extranjeros. Si tienen una avería llaman a un mecánico, que le ahorran muchos costes, porque hemos visto facturas de seguros de 2.500 euros a terceros y, con asistencia, el coste se duplica", recalcan agentes consultados. El sistema de auxilio, en estos casos, depende de empresas privadas sin obligación de servicio. “Guardias civiles pidiendo favores a gruistas, talleres o desguaces; eso es lo que hay. Uno o dos se hacen cargo las 24 horas; los demás no vienen. Algunos recogen el coche y, si a los tres meses nadie lo reclama, se lo quedan. Lo dice la ley", destacan.
La DGT, por su parte, asegura estar trabajando en nuevas fórmulas para agilizar estas operaciones, a través de "acuerdos o convenios". “Queremos que haya más fluidez y estamos estudiando posibilidades para tener grúas disponibles para estos casos y reducir el tiempo de retirada. Cuando son vehículos pesados todo se complica, porque a veces hay que cortar incluso autovías", señalan las mismas fuentes.
La escena se repite por toda España, especialmente en puntos de alta intensidad como la A-7 a su paso por Málaga, donde los atascos se convierten en rutina. “Siempre en las mismas zonas: el túnel del Calderón, el Rincón, Marbella... Cada vez que un camión se queda tirado, la vía se colapsa. Y nosotros ahí, esperando una grúa que no llega”, denuncian.
El problema no termina cuando, por fin, se logra retirar el vehículo. Las mismas fuentes policiales sostienen que no hay depósitos judiciales con capacidad suficiente para almacenar los coches implicados en accidentes o abandonados. “Están todos llenos de coches y de lanchas. Si uno mata a otro con el coche, no hay dónde dejarlo. Se lo tiene que llevar la grúa a su propio depósito”, apostillan.
Los agentes admiten que esta carencia les deja sin margen de actuación ante situaciones límite. “Si un coche extranjero se estrella y el conductor se va, la DGT no manda a nadie. Y nosotros tenemos que buscar un gruista dispuesto a recogerlo. ¿Pero quién garantiza que le van a pagar los 3.000 euros? Nadie", aseveran.
"Esto es un reino de taifas"
Los investigadores señalan además la falta de coordinación entre administraciones: “Cada ayuntamiento tiene su grúa y te quita un coche abandonado en tres días. Pero si está en la autovía, dicen que es cosa de la DGT. Esto es un reino de taifas. Nadie se hace responsable”. La consecuencia es la misma: atascos kilométricos que se podrían evitar. La Guardia Civil actúa con premura: desplaza el coche al arcén, pero si la grúa no llega o no hay de gran tonelaje disponible, la "circulación se bloquea”. Los agentes se resignan, y recuerdan que quien "su sufre es el conductor, que se traga horas de atasco porque el Estado no pone los medios”. Su tono entremezcla la frustración y rutina de quien repite el mismo discurso desde hace años: “Esto ha pasado siempre. No es novedad. Pero cada vez es peor".
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