Por encima del deseo de no querer jugar o apostar, está la necesidad de tener que hacerlo porque "si no no podría vivir". Las máquinas tragaperras continúan ocupando el primer puesto de la adicción a los juegos de azar, seguido de las loterías y el bingo. No obstante, el escenario de las apuestas es cada vez mayor en el mundo virtual. El casino y el póquer on line son los juegos preferidos por los internautas, aun a riesgo de caer en la adicción. Tan solo tres meses después tras la legalización de los juegos on line se contabilizó el registro de más de un millón y medio de usuarios en toda España. "Eso no quiere decir que todos sean adictos, pero es un hecho que, a pesar de la crisis, el número de personas afectadas por el juego está aumentando", añade Francisco Abad, presidente de Amalajer, Asociación Malagueña de Juegos de Azar en Rehabilitación.

La edad de inicio al juego es cada vez menor. El perfil mayoritario de ludópatas en Andalucía es de hombres de entre 36 y 38 años, con estudios universitarios y con empleo. "En cambio, cuando la persona no tiene dinero se autoengaña y cree que tiene resuelto el problema, y lo cierto es que solo está adormecido porque en el momento en el que consigue el dinero vuelve a apostar", explica Abad. Según datos del año 2005, el porcentaje de adictos a los juegos de azar en la provincia era de casi un 2%, lo que se traduce en alrededor de 35.000 personas.

Amalajer, junto con la Federación Andaluza de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Fajer), presenta hoy, con motivo del Día Sin Juegos de Azar, la campaña "Juntos contra el juego patológico" con el objetivo de concienciar a la población de los efectos negativos que producen el uso abusivo del juego de azar y virtual. Entre algunos de los síntomas de esta enfermedad se encuentran gastar más de lo previsto, abusar de la mentira, problemas con el trabajo y las relaciones familiares, así como importantes cambios de humor. "La mayoría cree que el jugador juega porque quiere, y quizá sea así en un principio, hasta que cae en la adicción. Pero el juego como adicción tiene solución y podemos normalizar sus vidas", expresa Abad. Asimismo, el presidente de la asociación hace especial hincapié en la importancia de la familia durante el proceso de rehabilitación, así como en la necesidad de los programas de prevención.

Por otro lado, desde la asociación reivindican un mayor control sobre las máquinas tragaperras instaladas en los locales de hostelería para que las personas autoprohibidas no puedan acceder a ellas, así como que el acceso a los locales donde están ubicadas estas máquinas sea más riguroso. "Es necesario crear un registro de autoprohibidos (un listado de personas a las que se les impide jugar con la intención de curarse), y que esto sea posible también en los juegos on line", explica. De momento, las personas declaradas autoprohibidas y que acceden a concursos y juegos a través del teléfono móvil no podrán cobrar el premio en caso de resultar ganadores, sino que tan solo se les devolverá la cuantía del dinero gastado en la partida. En definitiva, "pedimos que los intereses recaudatorios no prevalezcan sobre la prevención y la salud de los ciudadanos".

Prohibir todo tipo de publicidad sobre juegos de azar y virtual, haciendo especial hincapié en los espacios deportivos, es otra de las medidas manifestadas por la asociación, quienes también se han manifestado acerca de las condiciones para la creación de Eurovegas, ya que "creemos que significa un retroceso en la Ley de Protección en materia de salud hacia la población y en especial hacia los jugadores patológicos, haciendo énfasis en el descenso de la edad para poder acceder a los juegos", según expresaron en un comunicado.

Durante el día de hoy, Amalajer contará con diversas mesas informativas en la calle Larios y la Plaza de Félix Sáenz, con reparto de propaganda y material divulgativo. Además, a las 18:30, la asociación celebrará unas jornadas de puertas abiertas en la sede, situada en calle Manuel España Lobo 5.