El radar de tramo de Mijas funcionará a partir del viernes

El tramo de la autovía A-7 que discurre por La Cala de Mijas es uno de los puntos negro de la red viaria malagueña. Su alta densidad de circulación y complicado trazado hacen que los accidentes sean bastante comunes. Por ello, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) ayer se informó de queeste viernes se pondrá en funcionamiento un radar de tramo, el que se convertirá en el segundo dispositivo de este tipo de la provincia tras el de Torrox. Con esta decisión se pretende disminuir la siniestralidad.

El equipamiento se instalará entre los puntos kilométricos 200.1 y 205.3 y controlará los dos sentidos de la autovía. El radar cuenta con dos cámaras de visión artificial infrarrojas en cada uno de los carriles, las cuales estarán instaladas tanto al principio como al final del recorrido analizado. Al ser un radar de tramo, lo que se mide es la velocidad media a la que transitan los vehículos, por lo que las cámaras se encargan de registrar las matrículas y un ordenador comprueban la velocidad media.

En el caso de este tramo de la A-7 hay que recordar que debido a su peligrosidad hace dos años se bajó la velocidad máxima a 80 kilómetros por hora. Si los vehículos exceden este límite y son cazados, los conductores se pueden enfrentar a multas que oscilan entre los 100 y los 600 euros, dependiendo de la gravedad, y a la pérdida de entre dos y seis puntos del carné. Durante los primeros días de funcionamiento no se interpondrán sanciones, por lo que sólo está previsto que los conductores reciban una carta informativa sobre la infracción cometida.

Este radar de tramo se une a los dispositivos de control de velocidad fijos con los que ya cuenta la A-7 a su paso por el núcleo caleño. En concreto, en dirección a Málaga hay uno localizado en La Cala, mientras que el otro se sitúa a la altura del faro de Calaburras. De hecho, en más de una ocasión el Ayuntamiento ha solicitado un cambio de ubicación de los mismos al estar situados en rectas, todo para que se coloquen justo antes de las curvas y así conseguir que la velocidad de entrada sea más reducida.

Y es que el difícil trazado de la vía ha traído más de un quebradero de cabeza al Ayuntamiento y a los vecinos del lugar. En diciembre del año pasado, y tras varias reivindicaciones, se pusieron en marcha acciones encaminadas a mejorar la seguridad del tramo situado entre los kilómetros 201 y 203, lugar donde se asienta la conocida como curva de La Cala. En esta curva es bastante habitual que se produzcan vuelcos, sobre todo de camiones articulados, por lo que se colocó nueva señalización para avisar del peligro y se renovó el firme para que los vehículos ganasen adherencia.

La noticia difundida ayer por Tráfico contrasta con la que un portavoz de este organismo trasladó a este periódico la pasada semana. Desde Tráfico se informó erróneamente que en la provincia "hay diversas cámaras instaladas que se ocupan de recopilar datos y generar información, pero que no se trata de radares". Es más, se indicó que cuando un radar se pone en marcha se avisa previamente a los ciudadanos.