Rafael F. R., más conocido como El Cachulo, histórico delincuente de la barriada malagueña de El Palo que hace años ya ingresó en un reformatorio por matar a un vecino cuando era menor, seguirá cumpliendo prisión provisional por otro delito en la cárcel de Botafuegos, en Algeciras, tras el último incidente protagonizado el pasado mes de noviembre en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre. El interno continuará, como medida disciplinar, en el módulo 15 de aislamiento, situación regimental previa a la clasificación en primer grado.

La decisión se hizo este jueves efectiva en consonancia con el artículo 10 de la Ley Penitenciaria 1/1979, que se aplica a aquellos presos que, a la espera de juicio, hayan causado graves problemas de seguridad entre rejas. El Cachulo permanece encarcelado por un presunto delito de quebrantamiento de condena al arrancarse en 2019 la pulsera telemática que debía llevar en el tobillo al beneficiarse del tercer grado. Estaba controlado por el Centro de Inserción Social (CIS) Evaristo Martín Nieto. El juzgado de Instrucción número 8 de Málaga le imputó entonces un supuesto delito de robo con violencia, amenazas y coacciones que habría cometido, al parecer, mientras se encontraba en libertad condicional.

Dada su "peligrosidad", según fuentes conocedoras de su caso, el histórico delincuente ahora ha sido trasladado a la prisión de Algeciras, de forma que se encuentre lo más cerca posible de su ciudad mientras se celebra la vista oral. Ha llegado "tranquilo". 

Agrede a otro interno "por deudas por medicación"

El altercado ocurrido en la cárcel de Alhaurín de la Torre que ha motivado su traslado a Cádiz tuvo lugar el pasado 12 de noviembre, cuando los trabajadores procedieron esa mañana a la bajada de celdas y el reo, que se encontraba en el módulo 11, “atacó a otro interno por deudas por medicación". La rápida actuación de los funcionarios, según explicaron entonces desde la asociación Tu Abandono Me Puede Matar, permitió “frenar la agresión y evitar un mal mayor”, debido, remacharon, “a la gran corpulencia del agresor y a su historial violento”.

El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar consideraba que los funcionarios habían evitado “una vez más una desgracia en prisión”, pero se cuestionaba “por qué internos con estos historiales violentos que conllevan un riesgo para el resto de población reclusa y para los trabajadores del centro penitenciario residen en módulos con régimen de vida ordinario”.

Uno de los primeros beneficiarios de la Ley del Menor

El Cachulo saltó a la fama en el año 2000, cuando manchó de sangre su historial de antecedentes al acabar con la vida de un vecino en la barriada de El Palo. Asestó hasta siete puñaladas a un hombre que le recriminó poco antes los gritos que profería en un bar. Rafael F. R., disfrutaba entonces de un permiso del centro de menores de Sevilla, en el que fue recluido cuando tenía 17 años, por un intento de homicidio anterior. En un primer momento, ingresó en prisión, pero la entrada en vigor de la Ley del Menor supuso su puesta en libertad a primeros de enero de 2001. Unos años después, resultó herido al recibir un disparo por un individuo tras una pelea que se produjo entre las parejas de ambos. Y volvió a ser detenido en distintas ocasiones cuando todavía no había terminado de saldar sus cuentas pendientes con la Justicia.