Los tratamientos faciales en auge: la toxina botulínica es lo más demandado
La medicina estética ha experimentado en los últimos años un crecimiento "notable"
¿Cuáles son los cinco tratamientos de Medicina Estética más demandados?
La medicina estética ha experimentado en los últimos años un "auge notable", que se debe, en gran parte, al impulso por la popularización de procedimientos no quirúrgicos que combinan tecnología de punta y "técnicas mínimamente invasivas". Según el presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), Juan Antonio López, en una entrevista con este periódico, los tratamientos actuales se caracterizan por la "reducción de efectos adversos y la alta socialización de estos procedimientos".
López ha explicado que la gran mayoría de las intervenciones se centran en tratamientos faciales. "La toxina botulínica se utiliza para el tercio superior de la cara, para reducir un poquito las arrugas y mejorar el aspecto", ha destacado. Además, ha hecho hincapié en que los tratamientos faciales prevalecen en una proporción del 80% frente a los tratamientos corporales, que se sitúa en el 20%, según las estadísticas que contempla la organización.
En el marco del 40 Congreso Nacional, que se celebra en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, el presidente de la SEME ha resaltado la importancia de la toxina botulínica como el procedimiento más demandado. A esto le siguen los rellenos con ácido hialurónico, especialmente utilizados en labios, a los que se ha visto un aumento de uso entre la población joven, a pesar de que también se recomienda su aplicación "de forma discreta" en pacientes de mayor edad.
"Los bioestimuladores, que se realizan con agujas o cánulas, y los dispositivos emisores de energía como el láser, la radiofrecuencia o los ultrasonidos focalizados, también ocupan un lugar destacado en el repertorio de tratamientos", ha indicado el doctor López. Estas técnicas, "mínimamente invasivas", se han consolidado como opciones "seguras para mejorar la calidad y firmeza de la piel".
Por su parte, el vicepresidente segundo de la SEME, Sergio Fernández, ha señalado que "se ha polarizado un poco la edad de consulta", ya que se observan diferencias claras entre las demandas de los pacientes más jóvenes y los de mayor edad. Mientras los primeros se inclinan por tratamientos que mejoren la estética labial, los pacientes mayores demandan principalmente intervenciones que reduzcan la flacidez y las arrugas en el rostro.
Fernández ha destacado el impacto de las redes sociales en la popularización de ciertos tratamientos: "El aumento de labios, por ejemplo, se ha popularizado en la población joven, ya que influencers y creadores de contenido muestran estos procedimientos y su accesibilidad, lo que ha democratizado la medicina estética". Esta influencia ha contribuido a "romper con la antigua imagen de que estos tratamientos eran exclusivos de ciertos perfiles sociales".
Para contrarrestar el riesgo de resultados homogéneos, la SEME ha lanzado la campaña Tu cara ya no me suena: "Queremos evitar los sobreresultados o el mimetismo, donde una vez realizado el tratamiento, todos se parecen, es fundamental que el paciente mantenga y realce sus propias características, sin transformarse en una copia de otro", ha señalado el presidente de la institución.
La campaña busca promover una práctica de medicina estética "sensata", en la que la implicación del paciente es clave para obtener resultados naturales. "La persona tiene que implicarse en sus procedimientos, saber qué es lo que se va a hacer y mantener su idiosincrasia", ha enfatizado López, subrayando la importancia de un "enfoque personalizado".
Además de los tratamientos inyectables, se hace una diferenciación entre técnicas de infiltración y aquellas que utilizan fuentes de luz o dispositivos médicos. El vicepresidente segundo ha señalado que estos métodos "permiten mejorar la calidad y la flacidez de la piel sin necesidad de introducir productos en el tejido, utilizando la tecnología para conseguir efectos estéticos de forma no invasiva". Otros tratamientos son los bioestimuladores y los complejos polivitamínicos.
El uso de dispositivos como las cánulas, que tienen una punta roma, se valora por su seguridad y precisión en áreas de mayor riesgo. "El conocimiento anatómico del médico es fundamental para decidir cuándo utilizar una aguja o una cánula", ha remarcado el presidente de la organización. También ha resaltado la importancia de que estos procedimientos sean "realizados por profesionales capacitados en centros autorizados".
La evolución de los tratamientos estéticos ha permitido que estos procedimientos se realicen sin necesidad de periodos de convalecencia. Según Fernández, "la mayoría de los tratamientos no requieren ingreso hospitalario, y el paciente puede reanudar su vida diaria casi de inmediato", lo cual es un "gran avance en términos de calidad de vida".
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