El 'barman' del Balneario de los Baños del Carmen: "La próxima vez hago los mojitos en traje de buzo"
El restaurante ha abierto sus puertas esta mañana gracias a la ayuda de "amigos, ex empleados y trabajadores que se acercaron ayer en su día libre para echar una mano", ha explicado el metre, Antonio Baños
Algunos clientes que habían reservado para hoy no se esperaban una respuesta "tan inmediata" del negocio ante la tromba: "Son unos campeones"
El barman del restaurante El Balneario - Los Baños del Carmen, Alejandro Quiles, relata lo que vivió el domingo de madrugada en el chiringuito mientras aparta el agua con una escoba. "En cuestión de una hora arreció el temporal. Nos metimos dentro, pero tuvimos que salir a por dos hombres algo ebrios para que no acabaran debajo de la techumbre de la terraza", reconoce Quiles con un tono de voz calmado. A pesar de los destrozos, el restaurante ha abierto hoy sus puertas. Lo ha hecho, en palabras de su metre, Antonio Baños, "gracias a la ayuda desinteresada de amigos, ex empleados y trabajadores que sacrificaron su día libre para echar una mano".
"Venimos concienciados: a remangarse los pantalones y a la faena. Parece que ha pasado una excavadora y lo ha recogido todo en cuestión de horas, pero hemos sido unas 50 personas las que hemos hecho posible que esto vuelva a funcionar en menos de 48 horas", explica Quiles. Baños afirma que "nadie podía decir que hoy estaríamos abiertos, ni nosotros nos lo creemos". El coctelero, que "casi" ha acabado su tarea, se toma con humor el temporal incluso: "Al principio, cuando comencé a trabajar aquí, me chocaba la situación. Veía las olas estrellarse contra el malecón. La próxima vez hago los mojitos con traje de buzo".
El chiringuito no sólo ha ha abastecido a sus clientes con los platos de su carta habitual, como el calamar o el gazpachuelo, también ha inaugurado las segundas Jornadas Gastronómicas de la Ostra. "El menú de degustación de ostras lo hemos ofrecido hoy por primera vez. El temporal no lo ha impedido. Sólo cerramos un día para arreglarlo todo. Lo que más que se pide la gente son los pescados espetados y los tartares. La gente se ha sorprendido al ver el restaurante abierto", ha declarado Estefanía, una de las camareras, al ver a la periodista ojear el menú de siempre.
Afuera, muchos curiosos han asomado sus narices y sus cámaras para hacer fotografías. "La gente ha venido por el morbo, a ver cómo ha quedado. Se van a asombrar cuando comparen las fotografías de las redes y lo que se ve hoy", ha subrayado Quiles mientras asomaba una mueca en su cara. Aunque los más sorprendidos, "de lejos", han sido algunos de los clientes que tenían reservada mesa a medio día. María Macías llamó el pasado viernes para comer con sus padres hoy. "Me he acercado esta mañana, porque trabajo aquí, y le he preguntado a nuestro cocinero que si iba a haber servicio de comidas. Me ha dicho que sí. Son unos campeones", ha relatado Macías "muy contenta".
Damián Caneda, socio de la empresa que explota el local, ha comentado a este periódico que ahora "tienen que pedir presupuesto por la estructura de la carpa, que se ha perdido entera, y las columnas dañadas". Al preguntarle por la solución, Caneda ha explicado que "la única manera de protegerlo de las olas es construir los espigones previstos por -la Dirección General de- Costas desde hace muchísimo tiempo y un muro de defensa, que tiene pendiente construir la Junta". A eso se sumaría, según ha precisado el exconcejal del PP, "un plan de rehabilitación integral" en el edificio declarado Bien de Interés Cultural. "Pero nos lo ponen difícil las administraciones. Falta voluntad. Sólo pedimos que no dejen trabajar en paz", ha concluido.
No hay comentarios