"Yo no veré el túnel bajo el Estrecho de Gibraltar, pero mis hijos lo usarán"
El embajador de España en Marruecos alienta al empresariado andaluz a aprovechar las oportunidades de negocio del país vecino, al que ve también como complemento turístico
El túnel submarino para unir Marruecos y España es una obra digna de la imaginación de Julio Verne, pero un día será realidad. El embajador español en el reino alauita, Luis Planas Puchades, tiene la convicción de que tardará "veinte o treinta años" y que depende más que del coste del proyecto, de su rentabilidad. "Yo no veré el túnel bajo el Estrecho de Gibraltar, pero mis hijos pasarán por él". Planas hizo esta afirmación en el transcurso del Foro Málaga Hoy, celebrado ayer en esta ciudad con la presencia de un centenar de participantes entre los que se encontraban políticos y empresarios de la provincia. Un encuentro que estuvo patrocinado por Cajamar y la Cámara de Comercio de Málaga.
El embajador apuntó que el proyecto de enlace fijo entre ambos continentes, que lleva años de estudios, tiene gran complejidad porque en la parte más cercana entre Algeciras y Ceuta, la profundidad del mar es de unos mil metros. En cambio, hay un trazado más largo, en el que el fondo está a unos 200 metros. Ya se han iniciado los estudios geológicos, económicos y de ingeniería para avanzar en la idea de unir África y Europa. Para Planas, sin embargo, es un proyecto que "sería viable" con un Marruecos y un Magreb más desarrollado. De ahí que vaticinara que tardará dos o tres décadas en ser realidad.
Durante el almuerzo-coloquio, Planas destacó el impulso económico de Marruecos que entre 2008 y 2009 ha incrementado más de un 10% su producto interior bruto (PIB). "Hay una clase media emergente, se están construyendo autopistas y se están abriendo centros comerciales", resumió. Incluso apuntó que se está fortaleciendo el turismo con proyectos como el Gran Tánger. Para Planas, ese "legítimo" desarrollo turístico no debe ser visto en Málaga como competencia. "La Costa del Sol es imbatible, no tiene por qué haber ningún temor", aseguró.
El embajador incluso opinó que pueden crearse paquetes complementarios e insistió en que las iniciativas turísticas más que como una competencia deben interpretarse como "una oportunidad de negocio" a la que animó a los empresarios españoles. Planas detalló que las posibilidades inversoras son muy amplias. Desde los sectores tradicionales -como la agricultura, la pesca y el sector alimentario- a otros más nuevos -como el turismo, la construcción, la energía y hasta las finanzas-. "Hay que ir y ver", desafió.
El diplomático describió las relaciones España-Marruecos como buenas, aunque reconoció que suponen un trabajo constante porque se trata de una de las fronteras más desiguales del mundo. Por religión, por cultura y por economía. De hecho, la relación del PIB per cápita es de 14 a 1 a favor de España y el poder adquisitivo de 7 a 1 también favorable a nuestro país.
Pese a esas diferencias, la sintonía entre ambas monarquías y los dos gobiernos han permitido avanzar en seguridad, en cooperación judicial y en la lucha contra el crimen organizado. Planas, que está al frente de la Embajada española en Rabat desde hace seis años, detalló que en la lucha contra el terrorismo la cooperación es magnífica. "La sangre nos unió", dijo al recordar el atentado de Casablanca de 2003 en el que murieron turistas españoles y los del 11-M en Madrid en el que fallecieron ciudadanos marroquíes.
La regulación de los flujos migratorios es otro campo de colaboración bilateral. En España residen unos 800.000 súbditos del reino alauita. Son la primera comunidad extranjera extracomunitaria. Planas apuntó que desde que llegó a Rabat en 2004 hasta ahora el 80% de la inmigración ilegal ha desaparecido. Un avance logrado gracias a la colaboración de Marruecos y a la ventanilla que se ha creado en la Embajada -de la mano del consejero de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Martín Toval- por el que se han gestionado más de 3.000 contratos.
La cooperación es otro de los ámbitos que ha contribuido al acercamiento entre ambos países. España tiene en Marruecos unos 450 proyectos vivos, orientados a la salubridad del agua, la educación, la promoción de salud y contra la violencia de género. Los desarrollan un centenar de ONG con el apoyo del Estado español, las comunidades autónomas y otras administraciones. Planas no rehuyó las preguntas que le hicieron sobre Ceuta y Melilla. "La respuesta está en la Constitución española", contestó y manifestó su "respeto y consideración hacia la visión del otro". En todo caso, defendió que el hecho de que ambos países tengan puntos de vista diferentes sobre la cuestión "no significa que debamos tener conflicto".
A lo largo de su intervención, el embajador tocó distintos apartados de las relaciones bilaterales. Pero sobre todo, dejó un mensaje a los empresarios asistentes al foro para animarles a invertir en el reino alauita: "Marruecos es una opción estratégica y está más cerca que los países de la ampliación de la Unión Europea".
Entre los empresarios que asistieron ayer al Foro Málaga Hoy había algunos que ya tienen negocios en el reino alauita y otros que quieren abrirlos. Este último era el caso de Francisco Argüelles, de la editorial Arguval, que comentaba su interés por hacer negocios en Marruecos aunque hasta ahora no lo ha logrado. Gabriel Tobelem era otro de los asistentes. Lleva dos años con su empresa de alquiler y venta de material de construcción. Por su experiencia, proponía la creación de un censo de empresarios españoles en Marruecos de cara a facilitar el contacto para hacer negocios.
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