La UMA ofrece 83 nuevas plazas de profesorado y aprueba medidas en inclusión y salud mental

Entre estas, 35 serán para catedráticos y otras 37 para docentes titulares

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El edificio del Rectorado de la Universidad de Málaga.
El edificio del Rectorado de la Universidad de Málaga. / JAVIER ALBIÑANA

La Universidad de Málaga (UMA) ha celebrado este martes una sesión ordinaria de su Consejo de Gobierno en la que se han aprobado propuestas relativas a la dotación de plazas de Personal Docente e Investigador, la reorganización parcial de la estructura de personal técnico y de gestión, administración y servicios (PTGAS), así como nuevas medidas en materia de inclusión, salud mental y actualización normativa.

En el ámbito del profesorado, se ha dado luz verde a la creación de un total de 83 nuevas plazas. De ellas, 35 se destinarán al rango del catedrático y 37 al de profesor titular, estas últimas repartidas entre 35 plazas para personal permanente laboral y 2 para investigadores posdoctorales con certificación I3, así lo ha dado a conocer la misma institución este martes en un comunicado.

Asimismo, se ha aprobado la dotación de once plazas de Profesorado Ayudante Doctor, enmarcadas en las necesidades del Plan de Ordenación Docente (POD) para el curso académico 2025/2026.

El rector de la UMA, Teodomiro López, ha puesto en valor el trabajo del personal de la UMA en el marco del plan de ajuste vigente, por el cual ha sido posible dar este paso, que, ha dicho "responde a un compromiso del Equipo de Dirección, pero sobre todo a una cuestión de justicia".

También ha destacado que la autorización de estas plazas por parte de la Junta de Andalucía "es una señal clara de que la universidad está haciendo las cosas bien". En relación con el Personal Técnico, de Gestión, Administración y Servicios (PTGAS), el Consejo ha aprobado una modificación parcial de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT).

López ha explicado que el objetivo es dar una respuesta "más eficiente" a las necesidades estructurales de la plantilla, "escuchar a todos sus actores" y buscar "el máximo consenso posible". Además, ha anunciado su compromiso de "retomar en septiembre el diálogo social para consensuar una RPT completa, equilibrada y sostenible para los próximos años".

Regulación de las condiciones de los investigadores

También, en el ámbito laboral, durante la sesión se ha aprobado una normativa que regula las condiciones laborales del Personal Investigador, que, entre otros aspectos, establece una jornada máxima de 37,5 horas semanales, regula la desconexión digital, el teletrabajo y el derecho a realizar funciones docentes bajo determinadas condiciones. También contempla un sistema de registro horario y la creación de una comisión de seguimiento.

Asimismo, ha salido adelante un nuevo reglamento que regula el premio de jubilación del personal de la UMA. Dicho premio será aplicable a los trabajadores con un mínimo de 15 años de antigüedad que causen baja por jubilación, incapacidad permanente o gran invalidez.

El documento incluye, además, medidas transitorias para que pueda beneficiarse el personal jubilado en años anteriores que no pudo hacerlo debido a la suspensión temporal del Plan de Acción Social. Inclusión y Diversidad Otro de los puntos destacados de la sesión fue la aprobación de un nuevo Reglamento para la equidad y la no discriminación en el ámbito universitario.

Salud mental

La salud mental también ha sido protagonista de esta sesión, en este ámbito, se ha aprobado el II Plan de Prevención de la Conducta Suicida (2025-2027), un trabajo dirigido por la catedrática del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Berta Moreno Küstner, de la Facultad de Psicología y Logopedia.

El plan contempla medidas de diagnóstico, sensibilización, formación y atención psicológica y se integra en el programa 'UMA Saludable', en sintonía con las estrategias estatal y autonómica en materia de prevención. Este segundo plan refuerza el trabajo iniciado con la primera edición (2021-2023), con especial énfasis en la sensibilización, la formación académica, la detección de riesgos y la intervención ante la conducta suicida.

De esta forma, la UMA ha señalado que "lejos de abordar el suicidio como una enfermedad, el nuevo plan lo reconoce como una manifestación de un sufrimiento emocional profundo" y apuesta por una perspectiva integral que combina prevención, sensibilización y apoyo psicológico.

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