María Victoria Martín fue avisada el lunes de que este miércoles recibiría la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. No dudó ni un segundo en acudir a la cita. Porque en su casa, relata, ha vivido la trágica experiencia de que uno de sus miembros se contagiara del virus con graves secuelas. Su ex marido, que tiene 65 años y espera la inoculación lo antes posible, perdió un pulmón y, meses después de salir del hospital, todavía sigue necesitando respiración asistida. "Está vivo de milagro", subraya la mujer, que ha cuidado de él durante todo el proceso.

También su hija, de 30 años, se infectó hace unas semanas, aunque en su caso el SARS-CoV-2 solo le provocó "muchos vómitos". María Victoria, que llegó a someterse hasta en tres ocasiones a una PCR -dos de ellas pagadas por ella misma- para quedarse "tranquila", ha sido una de las 1.500 personas mayores de 68 años que hoy estaba citada en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, convertido en uno de los mayores vacunódromos de Andalucía. "El Covid ha hecho mucho daño en las familias. Tenemos allegados que han muerto. Cuando me llamaron para vacunarme sentí un gran alivio", reconocía esta mañana. 

1.622 fallecidos en un año

Ahora su esperanza es que también citen pronto a su ex pareja, que es un paciente "de alto riesgo", y temen que esta vez, si vuelve a contagiarse, no pueda superarlo. El drama por el que todavía atraviesan ella y su familia le ha servido, admite, para tomar conciencia de la gravedad de una enfermedad que, en el caso de la provincia de Málaga, ya se ha cobrado la vida de 1.622 personas. 

Francisco Martín acababa de salir de una de las 10 cabinas de vacunación habilitadas en el recinto para dirigirse a una sala de espera, donde los recién inoculados debían permanecer en vigilancia médica durante unos 15 minutos ante la posibilidad de que sufrieran algún efecto adverso al fármaco. "Tengo a mi madre con 99 años, a mi hermana, con 68, y a mi cuñado con más de 70 y estamos siempre juntos. Hay que protegerse para protegerlos a ellos", expresaba Francisco, al tiempo que resaltaba que su único objetivo con vacunarse no es otro que "proteger a su gente".

El coronavirus ya le provocó la muerte a un primo suyo que vivía en Gijón. Falleció en solo 19 días. "La muerte es lo único que no tiene solución. Era ingeniero, trabajaba en una central nuclear", recordaba este hombre, absorto aún ante los efectos letales de una enfermedad "que ha contagiado al mundo entero". 

Durante esta nueva jornada de vacunación masiva, la tranquilidad -en gran medida por inocularse con Pfizer y no con AstraZeneca- y la esperanza de poder recuperar progresivamente la normalidad reinaba en las instalaciones del Palacio de Ferias, que ya fue utilizado marzo a tal efecto, cuando se inoculó a profesores. 

Con la primera dosis de la vacuna ya administrada, era el momento de hacer planes, esos que ya habían pasado a un segundo plano. Isabel Portillo, otra de las usuarias, ve factible ahora dar "un paseíto por las tardes". No lo había vuelto a hacer desde que estalló la pandemia, en marzo del año pasado, porque tenía "mucho miedo". Ni siquiera iba a los supermercados, a los que encargaba que le trajeran la compra a casa. El momento más ilusionante será el reencuentro con su nieto, al que ha podido ver solo "por la ventana". "Ya era hora. Ahora toca esperar a los hijos", destacaba. 

El viernes, las puertas del Palacio de Ferias se abrirán de nuevo para acoger la segunda tanda de vacunación  masiva esta semana, que cerrará con un total de 3.000 personas citadas. Así se seguirá la política de la Junta de Andalucía de “vacuna que llega, vacuna que se pone”, como afirmó Elías Bendodo en un acto celebrado este pasado lunes. En el mismo aseguró que la vacunación está tomando “velocidad de crucero” y afirmó que se van a poner “600.000 vacunas esta semana” en Andalucía, lo que entonces calificó de “cifra récord”.

92.000 andaluces vacunados en un día

Asimismo, añadió que el sábado “92.000 andaluces se vacunaron en un solo día y este fin de semana ha habido récord también”. “A este ritmo, Andalucía está preparada para vacunar a muchísimas más personas”, reiteró, indicando que ya “un millón de andaluces tiene las dos dosis puestas” de la vacuna.