"Las vacunas son uno de los mayores avances de la Medicina del siglo XX"
Leandro Martínez. Farmacéutico y presidente de Cofarán
Martínez denuncia que las medidas de las Administraciones han supuesto una caída en la facturación del sector farmacéutico del 30% de 2010 y 2014 y pide protección para esta industria.
-Es un malagueño militante...
-Me siento muy malagueño. Cayó en mis manos un libro de Julián Sesmero que hablaba sobre la vida de los Larios, Heredia, Loring. Y me metí en esa época de Málaga que desconoce mucha gente, cuando era la segunda ciudad industrial de España. Tenía personajes de aquella época como la maharaní de Kapurthala o Bernardo de Gálvez. Gálvez es uno de los siete ciudadanos de honor de Estados Unidos. Sólo hay siete ciudadanos de honor y uno es Gálvez, malagueño, de Macharaviaya. Un gran militar que participó en la independencia de Estados Unidos. Hay una ciudad que lleva su nombre, Galveztown en su honor.
-¿Echa en falta ese tejido industrial?
-Málaga tiene una gran industria que es el turismo, que hay que cuidar. Eso debería ser compatible con una industria limpia, sin residuos, que complementara el turismo. Por eso es fundamental el desarrollo del Parque Tecnológico así como industrias relacionadas con la informática.
-¿Y cómo va la industria farmacéutica?
-Fatal. El sector farmacéutico -y me refiero a la distribución farmacéutica y las oficinas de farmacia- ha experimentado de 2010 a 2014 una bajada de facturación del 30%.
-A veces parece que los farmacéuticos exageran...
-No, es cierto. Sólo hay que irse a las hemerotecas. Es cierto. Una caída del 30% por las bajadas de precios. Por los reales decreto ley, un medicamento que valía 20 euros, por esa normativa a lo mejor vale 8. Es como si el Málaga Hoy, que cuesta 1,20 euros, a partir de mañana por decreto ley costara 0,90. Me llama la atención que la Administración actúa como juez y parte. Es una crítica importante. El precio de los medicamentos lo autoriza la Administración en base a informes sobre su coste de fabricación, su amortización en 10 años. Así la Administración fija el precio, pero al cabo de unos años lo rebaja. Es como si fijara el precio del periódico en 1,20 y luego lo bajara a 0,90. La Administración actúa de juez y parte porque con esa bajada se beneficia.
-¿El sistema de subasta a la baja para la compra de medicamentos en Andalucía perjudica a la industria farmacéutica nacional?
-Evidentemente. Para mí, se tendría que haber llegado a un acuerdo con la industria nacional ya que tenemos en España varios laboratorios de genéricos que tienen nivel mundial de fabricación. Por ejemplo, Normon, Kern, Cinfas... Sin embargo, con la subasta se adjudica el suministro de fármacos en Andalucía a laboratorios indios y eslovacos por céntimos de diferencia en un medicamento, habiendo laboratorios nacionales con los que se puede llegar a un acuerdo. Y como contrapartida a lo que se ahorra la Administración por un lado en medicamentos, estos laboratorios tienen que despedir personal porque ya no venden en Andalucía. Ahí se crea un conflicto de intereses, cuando se debería proteger la industria nacional.
-La industria farmacéutica invierte mucho en investigación ¿Esta merma en sus ventas repercute en la investigación?
-Me alegra que me haga esa pregunta. La industria nacional que más invierte en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) es la farmacéutica, que invierte el 21% del total. Es decir, la quinta parte de la toda la inversión que hace la industria nacional en I+D+i la hace la industria farmacéutica y es la número uno, por encima de telecomunicaciones, automóvil... Encima la industria farmacéutica es la que más investigadores contrata, la que más patentes aprueba y es precisamente, a la que más palos le están dando. Con la subasta y la bajada de precios, por ahorrar unos céntimos se están perdiendo euros.
-¿Sigue la caída de la facturación?
-Este año, ya se ha estabilizado y en los siete primeros meses hay una ligera subida de la facturación del 2,4%. Gracias a Dios porque si no era la hecatombe.
-Con la subasta, los farmacéuticos han denunciado más de una vez que periódicamente se producen desabastecimientos. ¿Siguen faltando?
-Sí, sí. Es continuo. Hay un desabastecimiento de algunas moléculas ocasionado por el no compromiso de la industria que ha aceptado servir fármacos y que no llega. Se soluciona porque cuando hay desabastecimiento puedes dar otro medicamento alternativo. Pero hay un problema, el psicológico: el paciente está acostumbrado a tomar una pastillita roja, pero con los desabastecimientos, queda sometido a constantes cambios. Esperemos que con el nuevo consejero de Salud, Aquilino Alonso, podamos recuperar el diálogo.
-¿La vacuna de la varicela vuelve a las farmacias?
-Aquí nos debemos mover bajo la evidencia científica y la evidencia científica de la Asociación Española de Pediatría (AEP) indica que esa vacuna no se debería haber retirado nunca de las farmacias [no se puede comprar en estas oficinas y sólo se administra en centros sanitarios]. Fue una decisión del Gobierno central, que tiene a sus expertos muy respetables, pero que ha causado una situación de tensión dentro del sector sanitario. Se han hecho verdaderas barbaridades, como personas que han pedido las vacunas al extranjero. Un auténtico desastre. Parece ser que la vacuna va a volver a las farmacias.
-¿Cómo ve a los antivacunas?
-El movimiento antivacunas supone una actitud individual, pero que afecta a la colectividad. Yo no vacuno a mi hijo y al no vacunar a mi hijo no sólo lo perjudico a él, sino a mi entorno. Yo ya que tengo unos años, recuerdo que en mi infancia había niños que tenían polio y viruela. El movimiento antivacunas es una barbaridad. Los antivacunas hacen toreo de salón. No saben de qué va el tema, no saben la realidad que conllevan las enfermedades víricas. Para mí, uno de los mayores avances de la Medicina del siglo XX han sido las vacunas.
-¿Hay personas que no compran sus medicinas por falta de dinero?
-Alguna vez he oído a gente en la farmacia que dice que no puede llevarse un medicamento por esta razón. Son casos aislados, pero siempre el farmacéutico procura que no deje de tomar su medicación por problemas económicos.
-¿Internet es peligroso para la compra de fármacos?
-Hay dos tipos de compras por internet, la legal y la ilegal.
-Empecemos por la ilegal.
-Hay medicamentos que necesitan receta y en internet se adquieren sin receta. Y una gran cantidad son falsificaciones, en la mayoría de los casos, de Viagra y otros contra la disfunción eréctil. El medicamento más falsificado es la Viagra. Estas falsificaciones las mandan de Tailandia, Brasil... Y dentro de esta vertiente ilegal hay dos posibilidades: que sea una falsificación hecha con paracetamol que no le va a hacer mal [aunque no tendrá el efecto buscado] o, lo cual ya es un problema, que sea una falsificación con una sustancia nociva.
-¿Y la vía legal?
-Se ha aprobado en España la venta por internet de medicamentos publicitarios. Eso sí es legal. ¿Qué ocurre? España es donde hay más farmacias por habitante de Europa. Hay una farmacia como mucho a 250 metros de tu casa. No tiene mucho sentido si necesitas un medicamento, pedirlo por internet. Eso está bien en Canadá, en donde hay una farmacia cada 10 kilómetros por la extensión del terreno o zonas más desérticas. Por nuestra cercanía y accesibilidad permanente, somos reconocidas con las urgencias médicas hospitalarias, como los mejores servicios de la sanidad española.
-¿Hay mucha gente que compra de forma ilegal por internet?
-Como es ilegal, no tengo datos. Pero hay personas que compran, sobre todo Viagra. Se está trabajando en una directiva europea para evitar falsificaciones.
-Ya que ha hablado de fármacos contra la disfunción eréctil ¿han supuesto una revolución para los hombres? ¿bueno, y también para la mujer?
-Sí, totalmente. Ahora hablamos de calidad de vida, no ya de dar más años a la vida, sino más calidad a la vida. Los medicamentos para la disfunción eréctil han sido una revolución. Han cambiado la vida del hombre y de la mujer porque es una cosa entre dos.
-¿Qué papel tiene el farmacéutico en la sociedad?
-Hoy día el farmacéutico comunitario se ha convertido en una pieza clave en la sociedad, no sólo desde el punto de vista sanitario sino también desde el punto de vista social. En la oficina de farmacia, desarrollamos una importante labor de atención primaria al ciudadano, con la resolución de patologías menores, ya que disponemos de un gran número de medicamentos de indicación farmacéutica lo que descarga trabajo al sistema sanitario; así como el seguimiento fármaco terapéutico de los tratamientos crónicos. Aportamos también una extensa cartera de servicios con la finalidad de la promoción de la salud y mejora de la calidad de vida de la población. Y nuestras sociedades científicas publican investigaciónes que se realiza en la oficina de farmacia.
-La cooperativa farmacéutica Cofarán cumple 50 años. ¿Cómo ha cambiado en este tiempo?
-La cooperativa empezó con 17 socios y ahora somos 800. Es la cuarta empresa de Málaga en facturación; factura 282 millones de euros al año. Es la segunda cooperativa andaluza y la sexta nacional. Además, es la número uno en incremento de cuota de mercado. De 2010 a 2014 hemos subido un 20% de cuota nacional de mercado.
-¿Y cómo la expansión?
-Abrimos un almacén en Córdoba en 2012. Además hay uno en Ronda y otro en Antequera. Nos expandimos hacia el Campo de Gibraltar desde el almacén de Ronda.
-¿Qué le falta a Málaga?
-Málaga en los últimos diez años ha llegado al top que una ciudad puede aspirar. El cambio de la ciudad es realmente espectacular. ¿Qué le falta? La solución al río Guadalmedina. Valencia y Almería le han dado soluciones a ríos que pasan por la ciudad.
-¿Y en la provincia?
-La Diputación está trabajando bien. Ahí está el Caminito del Rey.
-¿Y qué otra cosa cambiaría?
-Habría que redoblar los esfuerzos en limpieza de las ciudades, de las playas y de las aguas del litoral dado que vivimos del turismo. Un turista no puede venir y bañarse en una playa en la que haya residuos.
-¿Qué infraestructura sanitaria hace falta?
-Haría falta un tercer hospital sin que los dos que hay en la capital [el Regional y el Clínico] se cerraran. No el macrohospital, sino un tercer hospital en la zona este.
-¿Qué le gustaría ser si no fuera farmacéutico?
-Estoy tan enamorado de mi profesión que no concibo otra vida sin la farmacia. Pero si dejo la mente volar... Siento gran admiración por esos músicos callejeros, que nos regalan canciones y consiguen que nos detengamos en medio de tanto bullicio, con una canción que nos evoca recuerdos. Habrá algo más sugerente, que estar sentado en la piazza Navona y que alguien te sorprenda con la canción de Mina "Il cielo in una stanza" o paseando por Múnich oigas la música de "Nessun dorma"... Nos eleva el espíritu.
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