Los expertos no creen que sea necesaria una revacunación generalizada de los jóvenes de entre 20 y 25 años contra las paperas tras producirse varios casos de la enfermedad en personas ese tramo de edad. Exactamente, desde el pasado 8 de abril se han registrado siete afectados entre el alumnado de la Universidad de Málaga (UMA). En la provincia, en total los casos ascienden a unos 200.

“No es un tema fácil, porque no hay que generar alarma. Hay que ser prudentes y esperar. Pero, de momento, por el número de casos, no parece que sea necesaria la revacunación generalizada”, explicó el vocal del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Javier Álvarez. Pero aclaró que hay que vigilar la evolución de la patología. “Hay que irlo valorando en función del número de casos”, matizó.

El comité asesora. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) decide. Y de momento, en la línea de lo que aconsejan los expertos, la revacunación sólo se está haciendo de forma puntual en el entorno de las personas contagiadas. Por eso, el Distrito Sanitario Málaga ha llamado a una inmunización de refuerzo únicamente a los estudiantes que compartían clase con los que afectados. El ligero repunte de casos se achaca al incremento que se produce de forma cíclica cada tres o cuatro años y a una menor eficacia de las dosis administradas a los niños nacidos entre los 1993 y 1996.

La alta cobertura vacunal del entorno actúa como cortafuegos para evitar más casos

El vicerrector de Estudiantes de la UMA, Francisco Murillo, aclaró –como ya lo ha hizo el día anterior la Delegación de Salud y el Distrito Sanitario– que no se trata de un brote. “En la Universidad hay siete afectados de cinco facultades distintas; son casos aislados y que casi con seguridad se habrían contagiado fuera”, señaló. Desde el 8 de abril, la UMAestá en contacto con los epidemiólogos del Distrito para reforzar las dosis de aquellos alumnos que estaban más en contacto con los afectados.

Álvarez aprovechó para recordar la importancia de la vacunación de los niños. En este sentido, remarcó que –pese a la menor protección de algunas cohortes que ahora son esos veinteañeros– “no está habiendo más casos porque en general el entorno está bien vacunado”. Es decir, que la inmunización de otras personas hace de cortafuego de la patología. “Por eso es importante que se mantengan las coberturas vacunales alta”, insistió.