Varapalo al hotel rascacielos de Málaga: Puertos del Estado recomienda repetir el concurso

El ente dependiente del Ministerio de Transportes señala los cambios en la situación desde que se inició el proyecto hace una década

También solicita que realice nuevos informes técnicos y que se justifique mejor el interés general para la ciudad

Más presión para la torre de Chipperfield: envían a Puertos del Estado y Transportes un documento de 80 páginas con expertos en contra

Infografía de la torre del puerto de Málaga, diseñada por Chipperfield.
Infografía de la torre del puerto de Málaga, diseñada por Chipperfield. / M. H.

Varapalo a la torre del puerto de Málaga. Puertos del Estado, que recibió hace menos de un mes el proyecto básico del hotel rascacielos, pide repetir el concurso –en este caso trámite de concurrencia– por el que se resolvió que Andalusian Hospitality, la empresa formada por Hesperia y el fondo ligado a la familia real catarí Al Alfia, sería la impulsora del proyecto en el Dique de Levante. Desde el ente ligado al Ministerio de Transportes llaman al principio de prudencia y señalan el cambio en la situación, tanto del puerto como del proyecto, en la década que lleva tramitándose.

Además, después de que la Autoridad Portuaria de Málaga remitiera el proyecto básico a Puertos del Estado, este la devuelve requiriendo más información. Principalmente pide que se justifique mejor el interés general del proyecto para la ciudad, además de la redacción de nuevos informes técnicos que sustenten la iniciativa. La mañana de este miércoles el Puerto de Málaga ha recibido el escrito desde Madrid, según ha podido saber este periódico por fuentes conocedoras del documento y han confirmado tanto Puertos del Estado como Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria.

Hay que recordar que hace una casi una década se produjo la resolución de la Autoridad Portuaria de Málaga por la que se señalaba a Andalusian Hospitality II como ganador de una competencia de proyectos (diferente de un concurso público) para hacer una torre de hasta 150 metros en el dique de Levante. La iniciativa se justificaba entonces por la necesidad económica del Puerto de ser rentable, que en ese momento estaba en duda. Ahora las cuentas son boyantes y la situación es distinta, si bien, la economía no está 100% garantizada.

De repetirse el concurso, debería volver a publicarse en el BOE y permitiría que cualquier otro interesado concurra a hacer la torre y obtener los derechos de explotación de la parcela. En cualquier caso esta petición (de momento no obliga) no está acordada con la Autoridad Portuaria de Málaga. Los servicios jurídicos de Puertos del Estado, en cualquier caso, la entienden necesaria para dar seguridad jurídica al proceso tras una década.

Cabe recordar que el trámite de competencia lo inicia el particular, no la Autoridad Porturia, que inicia el procedimiento a petición del interesado. Por lo que Andalusian Hospitality, en caso de que se opte por esto, debería volver a impulsar esta figura en caso de siga interesado, como viene defendiendo que está en llevar a cabo el proceso. Esto, una década después. El mismo implicaría repetir parte de la documentación y del proceso y que pudieran entrar otros competidores.

El documento venía ligado a un proyecto básico, entonces firmado por el arquitecto afincado en Málaga José Seguí. Pero el año pasado, a unos meses de que caducase el plazo para presentar el proyecto al puerto, desde la promotora anunciaron un cambio en el arquitecto que firmaría la torre. Ficharon entonces a David Chipperfield, premio Pritzker de arquitectura (una suerte de Nobel), para darle relumbrón. Su equipo presentó la semana pasada el proyecto en Málaga, sin el arquitecto que lo firma. A la presentación tampoco acudió ninguna autoridad pública, ni del Ayuntamiento ni de la Autoridad Portuaria.

El mismo contaba con cambios en la forma de la torre –de una planta oval pasa a a una rectangular–, en el basamento, que crecía y, principalmente en la altura, que ascendía de los 116 metros a los 144 metros. Preguntado por posibles cambios sustanciales, que señalaban desde la Academia de Bellas Artes de San Telmo, Jordi Ferrer, CEO de Hesperia, aseguró que el trámite de concurrencia no estaba ligado a un proyecto o diseño, sino que estaba ligado a una iniciativa empresarial. Obviando el punto a del Sobre número 2 requería de un proyecto básico que cumpliara con los bases.

Ahora, desde Puertos del Estado, ven conveniente, y así lo han trasladado en el escrito, que vuelva a iniciarse un nuevo concurso atendiendo a cómo ha cambiado tanto la situación del puerto como el proyecto en esta década.

Justificar el interés general

Desde Puertos del Estado, indica Rubio –que señala que no ha tenido acceso aún al documento, pero sí conversaciones con Madrid en los últimos días– se pide una mayor justificación del interés general para la ciudad que tendría levantar la torre. La justificación enviada, señala el presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, es la misma que se hizo para la modificación del Plan Especial del Puerto por parte del Ayuntamiento de Málaga. Es insuficiente a ojos de los técnicos de Madrid, que han tenido el documento en su poder menos de un mes, por los ocho que estuvieron revisándola en el Puerto de Málaga.

Llama la atención, atendiendo a las dos presentaciones que ha hecho la promotora del proyecto en la ciudad, donde ha prestado más la atención a lo que han llamado "la parte horizontal" del mismo, que a la propia torre. Esta horizontalidad son trabajos complementarios para hacer una suerte de jardines, carriles bici y espacios peatonales de 1,3 kilómetros entre el futuro rascacielos y la Farola. El mismo era la base, según reconocían los propios promotores y arquitectos, de la justificación del interés general de la iniciativa.

Este punto es, además, necesario para que el Consejo de Ministros pueda levantar el veto a algo que de facto está prohibido por ley, como es el uso hotelero en suelo portuario. Consejo de Ministros, en cualquier caso, sólo se tendría que pronunciar en caso de que Puertos del Estado valore favorablemente el proyecto. Antes que el de Málaga, se han permitido hoteles en Cádiz y Barcelona, pero el propio Rubio reconoce diferencias entre estos dos y el proyecto de la Costa del Sol.

Esto supone, además, que se reconoce, al menos de momento, el argumento que venía siendo utilizado por los organismos en contra de la construcción de la torre de que no era justificable el interés para la ciudad del proyecto. Hay que recordar que tanto la Academia de Bellas Artes de San Telmo como la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte iniciaron contenciosos administrativos contra la iniciativa. Todos a la espera de resolverse. También otras instituciones como el Instituto de Estudios Urbanos y Sociales de Málaga (IEUS) o ICOMOS, que asesora a la UNESCO en temas de patrimonio, se han mostrado en contra.

Todas estuvieron representadas en una jornada el pasado mes de octubre con expertos de alto nivel que fue demoledora en contra del proyecto. IEUS remitió la semana pasada un documento de 80 páginas a Puertos del Estado y el Ministerio de Transportes en el que recogía todas las ponencias de la jornada.

Pero no sólo pide Puertos del Estado que se justifique mejor el interés general, también que se hagan más informes. Rubio asegura que trabajarán en ellos. Aunque sin demasiada presión, en tanto que esperan las resoluciones judiciales anteriormente citadas. Entre estos documentos a ampliar o repetir puede estar el informe ambiental. En el que existe en estos momentos se estudiaron las posibles afecciones de la torre de Seguí, pero el PSOE ya señaló que es necesario una nuevo para la de Chipperfield, en tanto que ha cambiado la altura y otros parámetros del proyecto.

El proyecto de la torre del puerto, hay que recordar, supondría la construcción de un edificio de 144 metros de altura, con 382 habitaciones de un hotel de cinco estrellas gran lujo (que aún no se conoce quién gestionaría, en cualquier caso no lo haría la propia Hesperia y se optaría por una firma de gran relevancia internacional) y 59 por 19 metros de planta. La inversión que calculan los promotores es de 200 millones de euros y afirman que generaría 1.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Los plazos que dieron para construirla fueron de tres años desde el comiendo de las obras, que emplazaron al año que viene, algo que, a todas luces, no va a suceder por la demora en la tramitación.

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