"Hasta que no veamos el nuevo cole no tenemos nada que celebrar"

Tras las caras de ilusión de los más pequeños, mochilas y lápices a estrenar esa misma mañana, compañeros y maestros nuevos aún por conocer, se escondía la preocupación y la resignación de los padres por la vuelta al cole en la misma situación que llevan denunciando hace seis años. Aunque a priori este será el último curso en el que los niños estudien en las aulas prefabricadas del CEIP Indira Gandhi, también conocido como colegio de lata, los padres prefieren no bajar la guardia. "Hasta que no veamos el nuevo colegio construido no tenemos nada que celebrar, son muchos años esperando", manifestó Patricia, mamá de Hugo, de 8 años. "Mi hijo pasa este año a cuarto y lleva desde los 3 años en aulas prefabricadas. No para de preguntar cuándo estará listo su cole y ya no sabemos qué responderle", señaló Hanane.

La preocupación de los padres se incrementa con la llegada de la temporada de lluvias. Ya el año pasado denunciaron problemas de goteras en algunas de las aulas. Por si fuera poco, este año se ha instalado en el patio un nuevo módulo con capacidad para 40 nuevos alumnos, con lo que ya son más de 530 los estudiantes en aulas prefabricadas. Asimismo, la presidenta del AMPA, Mariló Olmedo, criticó la falta de previsión para la instalación del nuevo módulo. "Han tenido todo el verano y este llegó el jueves, a escasos días de que empezaran las clases, y encima los cuartos de baño no están adecuados todavía", apuntó. "Apenas tienen espacio para jugar en el patio, no tenemos biblioteca, ni gimnasio, ni aula de música. Los profesores son muy buenos, pero las condiciones no", agregó.

Pero la lucha de estos padres no ha cesado. "Estamos contentos porque las obras han empezado pero sin bajar la guardia par que las obras vayan bien de tiempo y no haya parones de ningún tipo", señaló Olmedo. Igualmente, reivindican que tras las obras del nuevo colegio se inicien de forma inmediata las del nuevo instituto o, de lo contrario, volverá a repetirse la misma situación.

"Lo lógico sería que cuando acabara el colegio empezara el instituto y no que los niños volvieran a las aulas prefabricadas", comentó. "Le hemos abierto el camino a los demás niños y seguimos perdiendo los mismos. No veo justo que mi hija no conozca un cole normal y puede que mañana tampoco un instituto. La educación de mi hija es lo primero", manifestó Patricia, otra de las madres afectadas.

Las obras del nuevo centro, que comenzaron a finales del mes de agosto, esperan estar listas para el comienzo del curso escolar 2017/2018. Hasta entonces, los escolares seguirán estudiando en el único colegio sin edificio propio de Andalucía.