Si un turista hubiese llegase dormido a Benahavís y se despertase en el mismo pueblo, podría confundir este viernes con cualquier otro día del año, a excepción de los dos últimos. Nada parece indicar en el pueblo que el miércoles tuviese que salir toda la población de sus casas, desalojada por un incendio que se había iniciado en Pujerra.

En Benahavís las terrazas están funcionando como un día normal, el colegio está abierto como un día normal y los repartidores de Correos trabajan como un día normal. Sólo hay pequeños detalles que salen de lo común: un poco antes de llegar a la Charca de las Mozas, a la entrada del pueblo, se sigue levantando el Puesto de Mando Avanzado contra el fuego; de vez en cuando pasa algún helicóptero o avioneta, y a poco que pegues el oído los lugareños andan preguntándose por cómo han pasado el último día y medio. Por la avenida Andalucía se cruzan dos paisanos:

-Buitre, ¿tú dónde dormiste?

-Yo, en casa de mi hermana en un colchón bueno, ¿dónde voy a dormir? ¡Pues en un sitio bueno!

Un poco más adelante una señora sale del supermercado con productos de limpieza, un familiar la ayuda a cargar con las bolsas y va a ayudarle a limpiar algo la casa. No por el incendio, en Benahavís no hay siquiera pavías sobre las aceras. Tampoco se ve el humo ya a estas alturas del día.

Una terraza de Benahavís antes de mediodía.

En las terrazas hay gente tomando refrescos, cerveza o café, “como un día normal” dicen los camareros. Los restaurantes aledaños montan las mesas sin que nada haga indicar que el día va a tener menor afluencia que en los anteriores. La mayoría de los clientes han mantenido las reservas y todo marcha como de costumbre, “al final sólo ha sido un día de pausa”.

El alcalde, José Antonio Mena, confirma que todo avanza sin ninguna incidencia, “tanto a la salida como a la vuelta fue todo muy bien, con normalidad, las pocas personas que tenían movilidad reducida fueron alojadas en hoteles”. Añade el primer edil que todo en la localidad marcha correctamente y que no espera que la situación empeore en lo que queda de día.

“Ayer por la tarde los vecinos tenían algo más de nerviosismo por la falta de información, aunque tratamos de mantenerles actualizados. Cuando pudieron volver a su casa por la noche se tranquilizaron mucho”, afirma Mena.

El jefe de Policía Local, Antonio Castilla, asegura que la noche del jueves y la mañana del viernes han transcurrido “sin ninguna incidencia”. No tiene muchos detalles que dar porque el día es “como otro cualquiera”, se disculpa con el cronista por lo escueto de sus palabras, “han sido días duros y estamos cansados”, suerte que ya parece haber pasado lo peor.

En la farmacia de la avenida principal esperaban “más gente porque ayer no pudimos abrir”, pero el día es tranquilo y los dos farmacéuticos están reponiendo alguna estantería. “Ha ayudado mucho que pudiesen pasar la noche en sus casas, de momento esta mañana se ha trabajado como de costumbre”, afirman.

Niños en el patio del colegio de Benahavís.

La mayoría de las terrazas están ocupadas por foráneos, pero eso tampoco es raro, Benahavís de sus más de 8.000 habitantes, casi 5.000 son extranjeros. En el patio del colegio, abierto con normalidad, los gritos en inglés se intercambian con el español, al igual que en el parque contiguo. Vuelve la normalidad a Benahavís, dónde lo que más llama la atención es que siga colgando del ayuntamiento una de las estrellas de la iluminación navideña.