El muelle de levante del puerto de Málaga, otra vez toma protagonismo al convertirse en el lugar donde se efectuará el cambio de propiedad de un barco. Esta acción que en unas circunstancias muy similares ya se repitió el pasado mes de enero, en esta ocasión, participa de la peculiaridad de que será gestionada por dos casas consignatarias diferentes; una, la encargada de la recepción y preparación del barco antes de la venta y otra, la que ultimará los detalles relativos al buque ya con un nuevo propietario.

Pormenorizando sobre los pasos que se están efectuando en aguas malacitanas para esta transacción, habría que remontarse al martes 19 de marzo, fecha en la que, procedente de Algeciras, el portacontenedores de bandera portuguesa Avera quedaba atracado en el muelle de levante. Gestionado desde su llegada por la agencia Pérez y Cía., este buque bajo la contraseña de un armador alemán comenzaba a formalizar los trámites de su venta mientras se ejecutaban una serie de labores de mantenimiento general. Además de estos trabajos, un grupo de operarios llegados desde Sevilla y Cádiz acometían la reparación de unas guías de fijación de contenedores en una de sus bodegas.

Construido en los astilleros hamburgueses JJ Sietas en 2003, este buque de 134 metros con capacidad para 862 teus, hasta la fecha ha navegado con cuatro nombres diferentes y cinco banderas distintas, formando parte del amplio grupo de portacontenedores de mediano tamaño que bajo la denominación feeder o alimentadores realizan cortas navegaciones en muchos casos en un régimen de alquiler temporal.

Ya con las labores de mantenimiento listas y las reparaciones finalizadas, el Avera espera que se ultimen los trámites de su venta, momento en el que la agencia Condeminas Málaga se hará cargo de la consignación del buque. Con la previsión de que cambie de nombre, según ha podido saber Málaga Hoy el buque pasará a llamarse Lars-D, el nuevo armador de nacionalidad alemana también efectuará en aguas malacitanas el cambio de bandera; unas modificaciones que prolongarán la estancia de este barco al menos una semana más.

Una actividad en curso que, sumada a un cambio de nombre realizado en enero, una reparación a flote llevada a cabo entre febrero y marzo y, un fugaz atraque efectuado hace tan solo unos días, imprimen un muy especial protagonismo a los 589,76 metros que componen el muelle de levante malagueño.