El comprar souvenirs en una ciudad a la que se viaja es algo que la mayoría de los turistas hace. Durante la pandemia, la presencia del turismo se redujo en la ciudad de Málaga, por lo que las ventas de estos comercios también disminuyeron. Desde hace unos meses y, sobre todo, con la llegada del buen tiempo, los viajeros han comenzado a llegar a la capital desde distintas partes del mundo. Los trabajadores de las tiendas de souvenirs mantienen que mayo y junio han sido dos meses muy buenos, donde las ventas han incrementado, pero que durante este mes de julio las ventas se han estancado e incluso han llegado a disminuir. También esperan que la situación mejore en el mes de agosto con la Feria de Málaga. 

Portugal, Francia, Italia, Inglaterra, Noruega o Brasil son los países de procedencia de gran parte de los turistas que entran en las tiendas de souvenirs. En este sentido, David Martínez trabajador de la tienda Terral asegura que gracias a la final de la Europa League que se celebró en Sevilla en mayo y el partido de la Selección Española contra la República Checa que se disputó en junio en la Rosaleda llegaron a la ciudad numerosos turistas alemanes y checos en esas fechas. “Esos días aumentaron las ventas, pero desde principios de mes han bajado”, admite el trabajador. 

Por su parte, Sole Rodríguez trabaja en la tienda de souvenirs Solera e insiste en que desde 2020 ha notado un incremento de turistas españoles, pero que la presencia de extranjeros es mayor. A pesar de que la llegada de viajeros va en aumento, no se ve reflejado en las ventas y asegura que estas no están siendo como esperaban porque “cuesta muchísimo hacer dinero”. También añade que “He tenido la tienda media hora llena para hacer 20 euros y hace dos años hacía 300 en el mismo tiempo porque el que antes se gastaba 20 euros, ahora se gasta 2,5”.

Los trabajadores esperan que las ventas aumenten los próximos meses.

El Covid provocó que todos estos establecimientos cerraran durante meses y tras el confinamiento abrían cuando las restricciones se lo permitían. Pilar Moré, trabajadora de otra tienda de souvenirs de la capital, mantiene que “en la pandemia bajó todo muchísimo, de tenerlo todo a no tener nada y ahora el mes de junio ha sido muy bueno, pero julio fatal”. Asimismo, desconoce el motivo de esta disminución de ventas, pero sugiere que “podría influir la subida de los precios e incluso la huelga de aviones”. 

A día de hoy, las cifras de ventas no se acercan a las que tenían en 2019, pero sí que “hay más que en 2020”, según Aniko, propietaria de una tienda de souvenirs en calle Císter. En este punto, coincide con Alejandra González de Vinos de Málaga que también sostiene que las familias son las que invierten más dinero en recuerdos, que los grupos de jóvenes o las parejas que viajan a la capital y que pueden llegar a gastar “100 o 120 euros, dependiendo de lo que se lleven”. 

Los turistas suelen comprar imanes, postales, gorras, ceniceros, abanicos o camisetas que les ayuden a recordar su estancia en Málaga. La ubicación de la tienda también influye en este sentido, ya que a los establecimientos que se encuentran en los alrededores del Museo Picasso acuden turistas con la intención de buscar un recuerdo relacionado con el pintor malagueño, según Alida Rosa, trabajadora de Sofía Souvenirs, que también añade que suelen adquirir productos relacionados con los toros y Andalucía. 

Las expectativas que las tiendas de souvenirs tenían, en cuanto a beneficios, para este mes de julio no se han alcanzado, pero esperan que en agosto, septiembre y octubre las ventas vuelvan a crecer con la llegada de más turistas y la celebración de la Feria de Málaga. De lo que si están seguros es que no se acercarán a las cifras que había antes de la pandemia.