Un verano en Cornualles IX: Explorando Penwith-III

La iglesia de Mullion Cove es del siglo XV. Está bajo la advocación de San Mellanus. Su hagiografía lo retrata como un santo muy milagroso

Un verano en Cornualles, una idea genial

St. Wynwallow’s church (Lizard).
St. Wynwallow’s church (Lizard). / M. H.

Cuando Mr. Tarbet, el director del colegio, nos dijo que no podía acoger a Franc por su corta edad y nos indicó la posibilidad de encontrar un profesor particular para él, se lo comentamos a nuestra paisana Merche y, gracias a ella, tuvimos la suerte de conocer a la familia William. David y Dafne eran un encantador matrimonio de mediana edad con una hija adolescente y dos hijas gemelas pequeñas. Dafne había deseado tener un hijo varón, pero no pudo ser, y cuando conoció a Franc se enamoró de él y se ofreció a tenerlo con ella todos los días y enseñarle inglés de camino. Como, además, su chalet, el más moderno y bonito de pueblo, estaba al final de nuestra calle, nos era muy cómodo dejárselo por la mañana y quedarnos libres los cuatro. Lo que hicimos aquel día que nos fuimos a continuar explorando la pequeña península de Penwith, en la que se encontraba nuestro pueblecito Carnyorth.

Pusimos rumbo sur bordeando la costa para llegar a Logan Rock. Se llama así un conjunto de rocas de inmenso tamaño que se bañan en las bravías aguas oceánicas a pie de un acantilado. Un espectacular paraje que tiene fama porque, según el imaginario popular, una de ellas puede ser balanceada con el empuje de un dedo. También cuentan que dicha roca fue arrastrada hasta allí por un acorazado de la Marina Real en el transcurso de una fiesta para embromar a la gente. Bueno, historias de Cornualles.

Continuamos costa abajo hasta llegar al pueblecito de Mullion Cove que está en una idílica ensenada calificada como Área de Excepcional Belleza Natural de Cornualles. Tiene un pequeño y coqueto puerto, en el que radicó, desde tiempos lejanos, una importante industria pesquera, tanto de sardinas costeras como de cangrejos y langostas. Y presume de una larga historia en la que los españoles hemos aportado un capitulo importante, algo que, como es lógico, llamó nuestra atención.

Mullion Cove es una cala incrustada entre los acantilados de la bahía más grande de Penwith, denominada Mount’s Bay. A mediados de julio de 1595 la Armada española invadió Cornualles y se aposentó entre Falmouth y Penzance, en dicha bahía. Desde allí, partieron cuatro galeras que, surgiendo de la niebla en los alrededores de Mousehole, sin previo aviso, lo invadieron junto a las ciudades de Paul, Newlyn y Penzance. Las saquearon, incendiaron y mataron a muchos de sus habitantes y, con la fortuna de un cambio en la dirección del viento, consiguieron escapar de la flota inglesa al mando de Sir Francis Drake. Esta versión, por supuesto inglesa, acaba señalando que esta fue la primera vez, en cientos de años, que Inglaterra había sido invadida. Tras este episodio, para prevenir invasiones, crearon un sistema de balizas en puntos estratégicos que denominaron el “Anillo de Fuego” y uno de los más importantes fue el de Mullion Cove. Se cuenta de él que un vigilante nocturno, de vista corta y oído duro por su avanzada edad, al ver un barco que se dirigía a un punto de atraque, le gritó: − ¿Quién va? Y le respondieron desde el barco: − “Peces y alforjas”. El hombre quiso entender, confuso y sorprendido como estaba: − “Franceses y españoles”. Le invadió el pánico y prendió fuego a la baliza. Ante la señal, todas las demás balizas fueron encendidas una tras otra y, al rato, todo el Anillo de Fuego ardía y toda la población córnica estaba aterrorizada en espera de una invasión. Fue la primera y única vez que funcionó el Anillo, pero todo quedó en un susto.

La iglesia de Mullion Cove es del siglo XV. Está bajo la advocación de San Mellanus. Melanio en francés, fue obispo de Rennes en el siglo VI, y su hagiografía lo retrata como un santo muy milagroso, tanto en vida como después de muerto. 

Según nuestra guía de viajes, desde Mullion Cove se realizó la primera trasmisión telegráfica interoceánica y en su memoria se levantó una estatua a Marconi, pero no pudimos constatar la existencia de tal monumento ya que, por más vueltas que le dimos al pueblo, no llegamos a encontrarla (lógico está en otra zona cercana, Poldhu). Decepcionados por ello, continuamos nuestra exploración y llegamos hasta la pequeñita península de Lizard. El pueblo homónimo es muy pequeño, ronda tan solo los 1.000 habitantes, y tiene una iglesia con una torre que más bien parece una torre del homenaje de un castillo. Está construida con las abundantes piedras que forman la península, la serpintinita, un mineral llamado así, seguramente, por tener un color muy parecido a la piel de una serpiente. Es curioso que el médico, biólogo y farmacólogo griego Dioscórides (s. I d.C.), considerado el “padre de los boticarios”, o sea de la farmacognosia, recomendaba comer piedra serpintinita para prevenir las mordeduras de serpientes. La iglesia está bajo la advocación de St. Winwallow’s que es un santo bretón del siglo VI que predicó por Irlanda y después por Cornualles. Curiosamente, el santo, aparece en la mitología de la ciudad de Ys, cuyo patrón fue el legendario rey Gradlon de Cornualles. La ciudad, situada en la costa de Bretaña, fue misteriosamente tragada por el océano.

La península de Lizard, llamada también “El lagarto de Cornualles”, es rica en historia y en una naturaleza realmente exuberante. Su geología y su flora son únicas, por lo que está considerada como Área de Excepcional Belleza Natural de Cornualles. Sus costas han sido famosas por ser extremadamente peligrosas para la navegación. Son innumerables los naufragios en ellas ocurridos, por lo que se las llama “Cementerio de Barcos”. Es por ello que, en el extremo de la península, en Lizard Point, se construyó el faro más antiguo del condado. Cerca de la península hay un pueblecito, Helston, que aún muestra su ascendencia medieval. Prueba de ello es que aún celebra la conocida Danza de la Flora (anual Furry Dance), que data del medievo pero que se cree que es de origen celta. En ella se celebra el final del invierno y la entrada de la primavera, y es una especie de obra de misterio cantada en la que aparecen personajes como Robin Hood, el Fraile Tuck, SanJorge o San Miguel. Y no faltan las alusiones despectivas a los españoles, seguramente por el recuerdo de la incursión española en Newlin en 1595: “¿Dónde están esos españoles / Que hacen tanto alarde? / Porque ellos comerán la pluma de ganso gris / Y nosotros comeremos el asado. / En cada tierra, / La tierra donde quiera que vayamos”.

Daniel Defoe, en su obra “Un viaje por toda la isla de Gran Bretaña”, en 1725, escribió de Helston: "Esta ciudad es grande y populosa, y tiene cuatro calles espaciosas, una hermosa iglesia y un buen comercio: esta ciudad también envía miembros al Parlamento"

A mediodía habíamos comido en Mullion Cove, en un pub agradable muy familiar, un plato de “roasted ham & egg & chips” (jamón asado, huevos a la plancha y patatas fritas) y andábamos ya locos por volver a casa y cenar en condiciones. Así que nos fuimos de vuelta para Carnyorth.

Fuimos a casa de la familia Williams a recoger a Franc, y Mr. David, que estaba en la puerta de su casa probando un precioso deportivo MG de 1952, nos invitó a conocer su taller. Williams era muy aficionado a los coches antiguos y se los reconstruía él mismo. Hay que decir que en Inglaterra hay un mercado fantástico de repuestos de todo tipo de coches. Me encantó el paseo que me dio en el MG, “su joya” -según decía-. También me llamó la atención un Talbot de 1932 que tenía en el taller. Y ya puestos, les invitamos nosotros a tomar unos vinos y un piscolabis en nuestra casa. No despreciaron la invitación, ni la tortilla de patatas (spanish omelette), más bien se la comieron con avidez, sin embargo, no les agradó tanto el jamón ibérico que, según dijeron, la grasa se les agarraba en la garganta. Tampoco le hicieron ascos al tinto. ¡Se zamparon dos botellas de Rioja! Lo mejor de la noche: la conversación de mi compadre Paco con David Williams y el diccionario Collins de intermediario.

stats