A punto de concluirse las obras del puente de hierro que dan acceso al ferrocarril al recinto portuario, la idea del que el tren vuelva a ser actor principal en el tránsito de mercancías es ya toda una realidad.

Tras un leve amago de actividad en 2014, cuando la Autoridad Portuaria acondicionó todo el trazado interno, y varios buques cargaron cemento ensacado llegado a los muelles a bordo de trenes de mercancías, la inactividad volvió a apoderarse de los raíles del puerto malagueño.

Manteniéndose vigente el convenio firmado en mayo de 2013 entre Renfe, Adif y el Ayuntamiento para que el ferrocarril pudieran circular por el interior del recinto portuario, y con las muy ventajosas reducciones de tasas (de hasta el 50%) que Puertos del Estado estableció para todas las mercancías que se embarquen o desembarquen desde vagones, la puesta en funcionamiento del puente de hierro sobre el río abre nuevas posibilidades a clientes de vean rentable gestionar la movilidad de sus productos vía ferrocarril.

Y si bien la posibilidad del regreso de los trenes al puerto será una realidad factible en muy pocas semanas, existe una línea de atraque a la que locomotoras y vagones no podrán acceder. La terminal del muelle número nueve concesionada inicialmente por Terminales del Sudeste TDS y ahora por la empresa Noatum, desde que comenzó a operar con contenedores en tránsito, nunca instaló lo ramales de vías que la habrían conectado a la red ferroviaria del puerto.

Ante este hecho, y teniendo en cuenta que la caída del tráfico de portacontenedores ha llevado a esta terminal a operar desde hace unos meses como un muelle multifuncional donde se están movilizando casi todo tipo de graneles sólidos, el mantenimiento continuado de esta actividad (se han construido varias carpas silo y se prevé la sustitución de algunas grúas pórtico de contenedores por otras destinadas a mercancías sólidas), requeriría que las vías del tren estuvieran presentes en este gran muelle concesionado.

Una circunstancia que limitaría mucho la operatividad de esta terminal que tiene a sus puertas las vías portuarias de ferrocarril, y que en la actualidad, no podría afrontar operativas en las que las mercancías entraran o salieran en vagones de carga.