Un yate de 11 millones en venta

Si existiera una segunda división de los yates más lujosos del mundo, sin duda alguna, el Big Mak, se encontraría en los primeros puestos de la clasificación. Sin llegar a alcanzar las cotas de sofisticación, ni las excesivas dimensiones del selecto grupo de barco de recreo que constituirían la primera división de yates a nivel mundial, este barco, que durante unas horas, en el transcurso de este fin de semana, ha pasado por Málaga, forma parte de un exclusivo ramillete de barcos privados de recreo únicos en el mundo.

Construido en 1998 en los astilleros holandeses Heesen, de reconocida fama internacional por su cuidada y artesanal forma de construcción, este buque que era botado con el nombre Blowsy, en el año 2009 se rebautizaba con el curioso nombre de Big Mak.

Con 466 toneladas de registro bruto, 47,65 metros de eslora, 8,5 de manga y un calado de 2,1 metros, este yate puede albergar a 10 personas en cinco lujosos y amplios camarotes (uno para el armador, dos dobles y dos individuales). Sus tres cubiertas útiles, decoradas todas ellas de una forma minimalista, están comunicadas por una gran escalera de cristal, auténtico referente decorativo de todos los espacios interiores de este barco. Al respecto de las zonas exteriores, además de diferentes miradores y terrazas, el Big Mak dispone de una amplia zona a popa dividida en dos áreas: la de playa y la de deportes náuticos.

Con una tripulación compuesta por nueve personas, este yate matriculado en George Town (la capital de las Islas Caimán) navega por el Mediterráneo a cargo de una empresa a la espera de encontrar un comprador que esté dispuesto a pagar los 10.950.000 euros en los que está valorado .