Granada fue un poco blanquiazul este sábado. Las calles de la Ciudad de la Alhambra se llenó de los colores del Málaga durante las horas previas al derbi en el Nuevo Los Cármenes. La cercanía a la ciudad vecina, hora y media en coche, llevó a unos 2.500 malaguistas a apoyar al equipo.

Desde bien temprano, las calles céntricas y más concurridas de Granada comenzaron a teñirse de blanco y azul. El horario del encuentro (18:00 horas) invitaba a la afición a almorzar de tapeo en tapeo. Tras ello, las masas se citaron en la Plaza Poeta Gracián, a pocos metros del estadio nazarí, que estuvo a rebosar de malaguistas pese a la lluvia y no pararon de entonar cánticos y dar rienda suelta a la creatividad. Hondearon las bufandas y no faltaron pancartas que luego colgarían en Los Cármenes.

Las gradas del estadio nazarí tuvieron una notable presencia malaguista. La zona visitante estaba a rebosar con esos más de 2.000 blanquiazules que bañaron las gradas de los colores del club, pero también se pudieron ver malaguistas por todo el estadio. Pese a que el Granada colgó el cartel de no hay billetes, faltaron algo menos de 4.000 aficionados en Los Cármenes. Fueron un total de 15.211 los espectadores en el feudo granadino.

Se pudo escuchar durante todo el encuentro a los malaguistas desplazados en Los Cármenes, pese al mazazo que supuso el gol de Puertas en los primeros compases del primer tiempo y la expulsión de N’Diaye en el mismo tempo del segundo. No hubo final feliz para ellos.