Málaga C.F.

Alcoyano - Málaga CF: Lección en Alcoi (0-3)

El Málaga celebra el 0-2 de Dani Lorenzo. El Málaga celebra el 0-2 de Dani Lorenzo.

El Málaga celebra el 0-2 de Dani Lorenzo. / La Otra Foto

El Málaga CF recitó de manera primorosa en Alcoi las lecciones que aprendió con sangre en Orihuela, Ceuta y Melilla, salidas que en este 2024 le habían costado demasiados puntos. Campos pequeños, el viento como factor desequilibrante, con un rival que muerde. La Primera RFEF pura. En El Collao, el Málaga demostró lo que es, lo que debería ser, el Madrid o el Barça de la categoría. Dos llegadas en el primer cuarto de hora, dos goles. Puño de hierro. Dominar los espacios, ganar duelos, ser contundente en las dos áreas. En un césped de reducidas dimensiones, donde el propio Madrid de Zidane se estrelló en la Copa del Rey no hace muchos años, suelen ocurrir muchas cosas porque el balón llega con facilidad a las áreas, no hay demasiado espacio para el tránsito aunque siempre hay hueco para que Dani Lorenzo borde el fútbol. Pellicer alineó a tres centrales, un plan que no ha bía salido demasiado bien en otras visitas, pero esta vez sí salió según lo había imaginado el de Nules. Un susto con un penalti innecesario de Izan en la segunda mitad que Selma mandó alto fue el único sobresalto en un duelo inopinadamente plácido. Un 0-3 que pone en órbita al malaguismo antes de que el Ibiza venga a La Rosaleda el domingo.

Antes de asentarse, un saque de banda de Jokin Gabilondo por el que peleó Moussa pero nadie tocó lo agarró tras botar Genaro para soltar un derechazo a la red de Valens. El citado detalle del campo pequeño, una manera también de generar peligro. El capitán malaguista tiene esa llegada que tapa otros defectos. La vida, es cierto, se ve de otra forma con un gol a los tres minutos de partido. Sufrió justó después el Málaga. Lara lanzó un trallazo desde la frontal al larguero de Alfonso. Y el malagueño Pablo Ganet fallaba un cabezazo nítido que se marchaba fuera. Pasados los 10 primeros minutos tras el traqueteo inicial del encuentro, el Málaga ya sí cogió por la solapa el partido. Una delicatessen de Dani Lorenzo ponía el 0-2 antes del cuarto de hora. Control y dribbling en la banda ante Antón, conducción durante 25 metros para plantarse en la frontal del área y, cuando igual tenía una opción para filtrar pase, decidió soltar un latigazo con su pierna derecha que sorprendió a Valens. Está transitando el marbellí el camino que separa al buen futbolista del futbolista caro, el que produce goles y asistencias y marca diferencias. De partida desde la banda izquierda, pero con libertad para ocupar espacios, dejó otros detalles sensacionales.

Moussa pelea un balón. Moussa pelea un balón.

Moussa pelea un balón. / La Otra Foto

El Málaga gobernaba desde el balón. Y el Alcoyano, tras esos sustos tras el 0-1, empezó a sufrir malas noticias. Nieto, su lateral izquierdo, se debió ir lesionado. Sobre el minuto 40, otra jugada clave. Genaro hizo una falta dura a Lara, que pocos minutos antes había recibido una amarilla por otra dura entrada. Compañeros en la cantera del Sevilla, el extremo, verdugo en el partido de ida y miembro de una generación de la selección española que fue campeona de Europa sub 17 (Ferran Torres, Miranda, Guillamón, el ex malaguista Álvaro Fernández...), se calentó y le soltó una patada. Amarilla para cada uno y consiguiente roja para el jugador alcoyano. 0-2 al vestuario y buenas sensaciones generales, con uno menos el rival.

Pellicer quiso ser prudente. Es humano que, si se le da oportunidad, el árbitro compense una expulsión con otra. Quitó del césped a dos jugadores estructurales como Nelson y Genaro, que había tenido el 0-3 en el descuento del primer tiempo con un gran control y posterior disparo que atajó Valens, porque tenían amarilla. Entraron Juande e Izan Merino. El cordobés, no obstante, vio la amarilla a los 10 minutos de la reanudación. Dos buenas llegadas de Izan casi anunciaron el 0-3, pero no llegó. Respondía el Alcoyano colgando balones, con Ganet como pateador dañino.

El partido se abría. El Málaga tenía buenas contras, como una generada por un imponente Moussa tras un robo. Otra que acabó en un remate de Dioni que dio en la mano de un zaguero. Izan Merino cometió una imprudencia y agarró en un córner a un rival en la cara del árbitro que abría el partido. Selma, recién salido, mandó el penalti a las nubes. Era la certificación de que no era el día del Alcoyano. Un sufrimiento, no obstante, que se podía haber evitado. Poco después se quitó el susto el Málaga. Saque de banda al área que Dani Lorenzo controla, caracolea, liquida a un rival y da el pase de la muerte a Ferreiro, que mete un derechazo arriba, imparable para Valens. Júbilo y alegría en la celebración en el fondo de los seguidores malaguistas y sentencia para un plácido partido en Alcoi que se preveía con curvas. Pudo recortar distancias el Alcoyano, pero el cero en la portería se aseguró. En una semana, el Ibiza por La Rosaleda. Palabras mayores.

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