Fede Ricca hace ya unos cuantos días que se despidió de sus compañeros del Málaga para plantarse en Bélgica y sumarse al Brujas. Pero el que hasta la fecha ha sido capitán blanquiazul en las últimas temporadas dejará en las arcas de la entidad una cantidad cercana a la que costó su fichaje allá por enero de 2016. A pesar de contar con una cláusula como la de Jony Rodríguez o Michael Santos para irse cedido a un conjunto de categoría superior a cambio de asumir su sueldo, el defensa se va dejando euros en la caja de Martiricos.

Sigue notando ese brazalete a pesar de no portarlo. Ya el verano pasado mostró su compromiso quedándose en el Málaga a pesar de tener opciones para marcharse de manera sencilla y unilateral. Ahora se marcha, pero lo quiere hacer dejando el mayor botín posible en el club que le abrió las puertas de Europa siendo muy joven. Gesto de capitán.

Las cifras que se están manejando son suculentas dada la situación. En un Málaga donde cada euro es un tesoro, la venta de Ricca puede ayudar a desbloquear otros asuntos. Para poner algo de contexto hay que recordar que el club de Martiricos, con Arnau casi estrenándose como director deportivo, pagó una cantidad que rondaba los 2.8 millones de euros a su equipo de origen, Danubio. Los uruguayos, además, se quedaron con un 30% de los derechos del futbolista.

Según publicó El Desmarque, la operación se cerrará en alrededor de tres millones de euros. El Málaga percibiría más de dos, redondeando el pastel con el ahorro de su ficha y la amortización que todavía restaba por pagar. Una operación que cae del cielo para un club malacitano que se temía que Ricca tomase la senda de Jony y Santos. Pero un capitán es un capitán.