El Castellón es un equipo que no está pasando desapercibido esta temporada para ninguno de los que siguen de forma asidua esta Primera Federación por la gran campaña que están llevando a cabo y que les está sirviendo para liderar desde los primeros compases la categoría de bronce del fútbol español, pero no es un club al uso como se puede estar acostumbrado en esta liga. 

Su propietario, presidente y CEO es Haralabos Bob Voulgaris, que lo maneja de una forma más cercana a una empresa que a un club deportivo, tal y como conocemos aquí en España como algo normal. Por debajo de él, se encuentran sus tres hombres de confianza de Pitch32, que es la sociedad matriz: Robin Taylor, que es el dirigente del área comercial, David Reddin, que hace lo propio en el área deportiva, y, por último, Richard Bentley, que es el máximo dirigente del área económica.

Otra de las similitudes con el mundo empresarial es que está cumpliendo un patrón en común con este, con la gran inversión, que está realizando en el club y con la ideología de poder asumir deudas durante los primeros años hasta que pueda llegar al fútbol profesional y ya poder obtener beneficios económicos. Esto es para poder dotar de infraestructura a la entidad de la Comunidad Valenciana, que era algo que llevaba años necesitando, porque no ostentaban un lugar propio para poder entrenar de forma regular. 

El proyecto principal del club es poder tener una ciudad deportiva a medio plazo para poder tener todo lo necesario para asentarse en la élite una vez lleguen al fútbol profesional como fruto de la inversión realizada en el área deportiva para hacer fichajes de primer nivel y volver lo antes posible a LaLiga Smartbank. 

La faceta deportiva también está enfocada desde el punto de vista del medio-largo plazo y una prueba es la contratación de su entrenador por cuatro años. No obstante, las cosas están saliendo muy bien con una primera plaza consolidada y siendo el máximo goleador de toda la categoría.