El Málaga tiene un nuevo tripulante en la misión del ascenso. Como se había informado, la opción prioritaria para el mediocentro, puesto de obligado refuerzo, era Erik Morán, jugador del AEK de Atenas. Morán (Portugalete, 1991) llega a préstamo hasta final de temporada (tiene contrato con el equipo griego hasta 2021) con opción de compra malagueña.

El jugador criado en la cantera de Lezama tiene experiencia en Primera (35 partidos entre Athletic y Leganés) y Segunda (67 entre Zaragoza y Leganés). Es un espigado jugador (1.87 metros) con buen trato de balón y que da una alternativa en una posición en la que había deficiencias y en la que Muñiz ha tirado en los últimos partido del albanés del filial Keidi Bare. Con la perspectiva de que N'Diaye se marche en los últimos partidos a la Copa de África, se hacía necesario.

Morán es un jugador del gusto de Muñiz. Este año no ha tenido mucho protagonismo en el AEK tras la marcha de Manolo Jiménez, el hombre que auspició su llegada. Tras ganar la liga de Grecia, Jiménez optó por el proyecto de Las Palmas, del cual fue relegado pasados unos meses. Morán apenas ha jugado ocho partidos oficiales esta temporada. Eso sí, dos de ellos en la Champions League. 

Se espera la llegada de Morán para esta tarde a Málaga y su reconocimiento médico para que pueda ser presentado a principios de semana y ya estar disponible para Muñiz para el partido del viernes ante el Almería.