Aún con los corazones encogidos por la muerte de Francesc Arnau, un malaguista con todas las letras que estuvo 16 años defendiendo al club en diferentes estratos y que deberá tener una despedida apropiada cuando en La Rosaleda haya público y se le puede homenajear, el Málaga coge el AVE para medirse al Leganés en esta penúltima jornada de una temporada que se está haciendo demasiado larga. Per se, la Segunda, con los 22 equipos, es una maratón literal de 42 jornadas. Si se añade la carestía de fichas, los problemas físicos, el relevo que habrá en el banquillo y que, afortunadamente y por la gran labor de jugadores y cuerpo técnico, se ha conseguido el objetivo con bastante antelación a lo previsto, resulta que estos partidos, desde que se consiguió la salvación matemática, cuesta afrontarlos, de forma humana, con la máxima convicción.

No es por dejadez, el Málaga peleó contra un arbitraje canalla y un rival top como el Girona bastante bien. Pero todo suma, o resta. El jarro de agua helada de la muerte de Arnau ensombrece más todo y también obliga a reflexionar sobre la relatividad del fútbol, que obliga a vivirlo al 100% y dejarse la piel con recompensas efímeras. Este Málaga ha dado un ejemplo enorme de honestidad sobre el campo. Se le ha podido reprochar falta de aciertos o actuaciones malas, que las ha habido, pero no laxitud o abandono. Y ahí reside, esencialmente, el objetivo en estas dos últimas semanas de competición. Respetarse a sí mismos, aunque las fuerzas vayan fallando, y a un escudo al que se le ha sacado bastante brillo.

Datos del Leganés-Málaga CF.

Enfrente hay un rival que, como todos los que bajan la temporada anterior, dispone un dopaje financiero que el Málaga no aprovechó en su momento y ahora paga con creces. Espanyol y Mallorca subieron como cohetes de vuelta y el Leganés tiene la gran responsabilidad de que es ahora o, quizá, en mucho tiempo la hora de regresar a Primera. Cambió de entrenador a mitad de temporada, Asier Garitano por Martí, y tiene un bloque bastante homogéneo, con nombres destacados en la categoría. En la primera vuelta ganaron en La Rosaleda con una manita arbitral y ahora vuelven a necesitarlo ante un Málaga siempre orgullos.