El Málaga juvenil no pudo jugar este domingo en La Rosaleda ante el Betis un partido decisivo para conseguir el título del Grupo 4 de División de Honor por un brote de Covid-19 en el vestuario del equipo que dirige Nacho Pérez. No obstante, fue un domingo productivo para el tercer equipo en el escalafón malaguista.

Y es que el Sevilla, el único equipo que puede impedir que el cuadro malaguista sea campeón y acuda a la Copa de Campeones, cayó derrotado en el campo del Granada (1-0). La situación es que el Málaga es primero, con dos puntos de ventaja y un partido menos que el conjunto sevillista. El brote de Covid-19 impidió lo que podía haber sido un domingo triunfal para el juvenil, pero a cambio le da una certeza. Tres puntos en dos partidos le valen para ser campeón, o sea, una victoria contra el Betis. Y también le vale un empate, aun perdiendo contra el Betis, en la última jornada, que es precisamente en la Ciudad Deportiva del Sevilla el 30 de mayo. En caso de igualdad a puntos se va al average general y ahí el Sevilla es superior, por lo que el empate ante el Betis no garantizaría el título.

Falta ahora clarificar cuál es el calendario para el Málaga, según dictamine la Federación. Por protocolo, el equipo debe estar 10 días aislado tras el positivo que se conoció este sábado, aunque el viernes ya se conocían los tests. El club informó de que los jugadores estaban en buen estado. Un caso similar se vivió en un partido entre el Sevilla y el San Félix, que dio positivo por Covid-19 en una jornada anterior. El duelo debía jugarse el 25 de abril y el partido se disputó este miércoles 12 de mayo, pasaron 17 días.

En cualquier caso, el último partido del Málaga data del 25 de abril, cuando ganó en Cádiz (3-4) in extremis. Y hay que recordar que estará un mes sin jugar antes de afrontar uno o dos partidos decisivos.