En un principio, el foco del entrenamiento estaba puesto en Denys Boyko, que cumplió su primer día de trabajo con los compañeros. No obstante, Bakary Koné se tuvo que marchar de la sesión antes de tiempo y ello encendió las alarmas. El central burkinés regresó algo tocado de su concentración con el país africano y sintió ciertas molestias en el adductor izquierdo, así que se marchó a tratarse con los fisios para evitar males mayores. A día de ayer, es una incógnita saber si el dolor persistirá como para quitarle del escenario ante el Villarreal, pero podría ser motivo para que se produjera su relevo por Weligton en el centro del eje.

Porque, además, el brasileño completó su tercera sesión integrado en el equipo con plena normalidad y ya estaría al cien por cien para el encuentro de pasado mañana. En función de cómo responda Koné a los últimos dos entrenamientos de la semana Juande Ramos tendrá que decidir si se produce el enroque en esta demarcación.

Independientemente de las molestias del burkinés, el técnico ya lleva unos cuantos días dándole vueltas a si realizar algún cambio en la zaga, línea que ha evidenciado problemas en los dos primeros partidos, por lo que esa tesitura podría terminar de empujarle a realizar el cambio.

Quien emitió buenas señales fue Keko. Tras un par de días aquejado de problemas gástricos, al fin pudo ejercitarse al cien por cien, como confirmó él mismo, y podrá estar en el once contra el Villarreal. Ahora sólo falta pulsar el estado de Ricca y los venezolanos, que ayer regresaron y hoy se reincorporarán al trabajo con los suyos. Rosales no jugó frente a Argentina por molestias, así que habrá que someterle a pruebas para ver si no jugó por mera precaución o hay que preocuparse en serio.