Denys Boyko ya es uno más de la familia malaguista. En su primer entrenamiento demostró retazos de sus buenas condiciones. En su presentación, que cualquiera buena etapa puede influenciar a cualquiera. Y es que sorprendió con la declaración de quienes fueron dos de sus referentes cuando él se ponía delante de la televisión soñando con ser portero algún día. "Es uno de los mejores porteros. Cuando era pequeño tenía dos ídolos, uno era Cañizares y el otro Kameni. Aunque suene extraño, es verdad", aseguró ante el asombro de los presentes.

Una paradoja tremenda cuando precisamente viene al Málaga a quitarle el puesto al camerunés. "Estoy muy contento de entrenarme cerca de él. Espero que podamos ayudar los dos juntos al equipo", comentó el ucraniano, aunque en el fondo la cuenta es bien clara: o juega él o juega Kameni. Es consciente de que el africano parte con ventaja y que tendrá que sudar bastante para cumplir el sueño de actuar en la Liga: "Me gustaría jugar en España, en la Liga, pero sólo puede jugar uno y Kameni es un portero perfecto. Yo intentaré hacerlo lo mejor posible para también poder jugar".

El aval del guardameta cedido por el Besiktas llega del propio entrenador, quien pidió su fichaje y es conocedor de todo lo que puede dar. "Conozco al míster perfectamente y él sabe mis condiciones y me conoce bien. Estuvimos un año y medio trabajando juntos en el Dnipro. Es algo muy importante y que podrá ayudarme en mi adaptación al Málaga en esta etapa", relató sin admitir si eso le será de ayuda para hacerse con la titularidad. Por el momento, lo que le ha comentado el manchego en sus conversaciones es que debe "trabajar duro y mostrar mi nivel. Luego veremos, el Málaga tiene tres grandes porteros y yo soy uno más. Sólo pienso en trabajar, mostrar mi nivel y luego ya veré".

De lo que sí se ha preocupado ya bastante el nuevo portero blanquiazul es del idioma. Sabe que precisa de una rápida adaptación porque viene cedido hasta junio y su pretensión es quedarse aquí varias temporadas. Por ello, en la reciente concentración con Ucrania para el partido contra Islandia, y aprovechando que Pedro Jaro es el preparador de porteros, le mostró su preocupación al respecto. Es más, estos días ya ha tenido una iniciación a conceptos básicos relacionados con la portería y el día a día de los entrenamientos. "Todo para mí es bueno, una ciudad perfecta para mí y para mi familia. Me gusta el clima, será muy fácil adaptarme. Necesito hablar español, espero aprender cada día y rápido. Sólo me debo centrar en jugar al fútbol", contó al respecto.

Todo sea por hacer carrera en España. "Estoy muy contento de estar en este club y esta ciudad, de formar parte de este equipo. Por ahora, todo lo que me he encontrado ha sido muy bueno, yo trataré de aportar lo mejor de mi trabajo para ayudar al Málaga. La Liga española es el mejor torneo del mundo para mí, cuando era pequeño veía partidos de la Liga y pensaba que quería jugar aquí. Ahora se ha convertido en una realidad. Voy a entrenarme duro para elevar mi nivel y estar en este equipo muchos años", confesó. Jugar es la primera barrera; la segunda pasa por dar un rendimiento tal que el club se plantee firmarle, aunque su libertad está cifrada en seis millones de euros.