En esta temporada en la que las miradas se desvían más de la cuenta fuera del césped, una serie de jugadores son vistos como referentes del vestuario del Málaga. Como uno de los capitanes, Luis Hernández habla con frecuencia y suele mandar mensajes diáfanos de lo que sucede dentro de la entidad. Lo hizo también en el último día del año 2019, tras el entrenamiento. Tras perderse por sanción, aunque también arrastraba lesión, el tramo final de año, está listo para volver.

"Todos los balances hay que hacerlos con una comparación con la situación deportiva y la que vive el club en cada momento. La temporada 2018/19 la cerramos de una manera muy buena con la llegada del míster y nos quedamos a un paso de conseguir el objetivo del ascenso. Vivimos un momento muy bonito, pese a no conseguirlo. Fue el día de la comunión con la afición, fue uno de los días más bonitos que un futbolista haya podido vivir", acotaba Luis Hernández, que vivió el descenso.

Pero, eso sí, la situación cambió diametralmente. "Este año empezamos una temporada nueva en verano con muchas adversidades. Tenemos que ser conscientes de que este año es de supervivencia para el club. Sabemos las dificultades que hemos tenido, cómo se ha debilitado el club con la venta de jugadores importantes para nosotros y cómo ha quedado una plantilla descompensada con 17 jugadores profesionales. El balance tiene que ir unido a esa situación. Hay que ser realistas y el Málaga esta temporada tiene que sobrevivir. El equipo está dando la cara en todo momento, es un equipo fiable que compite cada partido por ganar", proseguía el central madrileño.

Hernández mira ya al partido del domingo en Oviedo. "Después de estas vacaciones de Navidad he vuelto muy ilusionado por volver a entrenar y con muchísimas ganas de que el equipo vuelva a tener buen rendimiento. Sacar los tres puntos del partido del domingo, que son fundamentales para nosotros y que podamos mantener la línea y seguir creciendo. El domingo será un partido muy difícil ante un rival complicado que está peleando por lo mismo que nosotros. Será un partido muy competido, ya lo fue en la primera vuelta. Estoy seguro de que será duro, pero el equipo va a ir a por los tres puntos como siempre hacemos. Intentar plasmar nuestro juego durante los 90 minutos y ser superior al rival para ganar", proseguía.

"Desearles a los malaguistas un feliz 2020", fue el deseo público que pidió el zaguero: "A la afición poco hay que pedirle porque son la parte fundamental de este club. La unión entre la afición y los jugadores es fundamental para la supervivencia del club y ellos lo saben.  Nos anima y nos alienta. A este 2020 le pido que todos podamos volver a sonreír, que seamos capaces de sacar la situación deportiva y que las personas encargadas de ello pueda resolver la parte económica y el club no tenga ningún problema".