Llegados a este punto de la temporada la épica es inevitable para bien o para mal. El Málaga explora sus recursos y puede invocar a su jugador franquicia para afrontar la próxima cita ante el Tenerife. Luis Muñoz, que lleva fuera de combate desde octubre, es una especie de Cid para el conjunto blanquiazul, que además cuenta con bajas en la medular.

Lleva tiempo ejercitándose a un buen nivel el jugador malagueño, de quien Guede ya dijo que tenía pensado contar con él (y que le habían dado minutos en un partido entre canteranos), pero llegó la sanción de dos partidos y tocó posponer el momento. De cualquier forma, Luis Muñoz ha conseguido estar a disposición del equipo antes de que acabe el curso, queda ver si puede competir a cierto nivel.

El malagueño, uno de los capitanes, sufrió rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda a finales de septiembre. Su baja mermó a un Málaga que tenía en el centrocampista a un pilar básico para el equilibrio del conjunto blanquiazul, un señor Lobo en ataque y defensa.

Sobre cómo está Luis Muñoz habló el que podría ser uno de sus acompañantes en caso de que juegue en el Heliodoro Rodríguez López. “Lo vemos entrenando al cien por cien. Lo veo bien, motivado, con buen trato de balón, físicamente bastante bien. Que juegue o no es decisión del cuerpo técnico. Es una lesión complicada, yo mismo la he pasado, se tiene que preparar bien y está en ello”, sostuvo ante los medios Genaro Rodríguez.

El impacto de Luis Muñoz en el equipo es indiscutible. Viendo las cifras del resto de jugadores del equipo, el malagueño estaría entre los máximos goleadores con un rendimiento medio normal. Sería muy interesante ver cómo conjuga con Aleix Febas, de los hombres más en forma del conjunto de Guede y que a veces echa de menos algo de feedback de sus compañeros.

Su simple vuelta ya sería un factor emocional de trascendencia fuera de Martiricos. Luis Muñoz es el ojo derecho de la afición blanquiazul, necesitada de estímulos positivos en esta temporada de sinsabores.A Manolo Gaspar tampoco se le escapó la oportunidad de renovar el contrato del canterano, que finalizaba en junio hasta que se rubricó el actual, que le vincula al Málaga hasta 2025.