Volvía al once y fue protagonista. Su gol, desde el punto de penalti, valía para devolver las tablas en el marcado. Con el 1-1 honraba también la memoria del pequeño Miguel Ángel. Brandon Thomas tuvo también errores, como el mano a mano ante Mariño que se fue al limbo tras un regate que sobró. Su vuelta, en cualquier caso, devuelve parte de esa garra que caracteriza a este equipo y que él mismo reconoce que se había perdido.

"Empezamos en La Rosaleda súper bien, no se nos escapaban puntos. Pero fuimos de más a menos en casa, fuera no estábamos bien", dice autocrítico el delantero, consciente que bajaron su rendimiento y que ante el Sporting regresó el hambre: "Esto puede ser un punto de inflexión, empezamos el año como todos queríamos ver, apretando y siendo atrevidos, yendo a por el partido. Luego te puede salir bien o mal, pero eso lo habíamos perdido, el punch de ir a morder al rival y hacerle el partido incómodo. Creo que lo veníamos perdiendo y se vio de nuevo un buen Málaga".

Del Sporting destaca que tuvieron "fortuna", tanto con gol de Kravets como el inicial en el que fue Kevin el que "tuvo mala suerte". "El equipo fue a por el partido y la victoria. Nos vamos con un punto que nos sabe a poco. Tenemos que tener esta identidad de apretar, de morder y ser atrevidos", apuesta Brandon.

El delantero se mostró también autocrítico con la ocasión que falló: "Fue una situación de gol clarísima y tengo que marcarla. Robo bien el balón, miro atrás por si viene algún compañero y en esas milésimas ya me había encimado el central. Mi último recurso fue regatear al portero para meterla. Enfadado por no haberla metido, era clarísima y nos ayudaba. El fútbol al final también se basa en errores y corregirlos. Contento por el gol, por sumar otro más y ayudar a sumar un punto. Ojalá las próximas entren".