Objetivo 20.000, ni un asiento vacío. Esa fue la consigna del Málaga CF durante toda la semana. El gran ambiente vivido ante el Tenerife y que sirvió para empujar al equipo hacia un nuevo triunfo dio alas a todos para que se repetiera pocos das más tarde. La Rosaleda estaba siendo una caldera pese a que los datos de asistencia no brillaran, los 15.000 ante los tinerfeños se hicieron notar pero desde el club querían más y la afición respondió ante Las Palmas.

22.128 espectadores asistieron este sábado a las gradas de La Rosaleda. El tiempo acabó acompañando, leve llovizna previa que no asustó a ningún malaguista. Las gargantas ya calentaron en el recibimiento al equipo, miles de aficionados cantaron, saltaron y bailaron a la salida de los jugadores al balcón de La Rosaleda. El ambiente no podía ser mejor con una clara comunión entre todos, se podía palpar la ilusión.

La Rosaleda engancha, la racha del equipo en su casa no es para menos. 7.000 pequeños malaguistas acompañaron al equipo ante Las Palmas como consecuencia de la apuesta del club en el Día Universal del Niño, buscando enganchar y fidelizar desde bien pronto al aficionado malaguista. Nadie se quiso perder la fiesta, tampoco la oportunidad de empujar al equipo hacia la victoria, algo que se notó tras el gol de Antoñín que hizo enloquecer al estadio, más si cabe tras el logrado por Sekou para asegurar otros tres puntos en esta comunión afición y equipo.